He echado de menos que los afroecuatorianos no tengan hoy mayor protagonismo como pueblo. Sin embargo, la Declaración de Caracas del XVIII Foro de Sao Paulo, que destaca entre sus logros los talleres temáticos de Afrodescendientes, en los que se discutió “De la ausencia a la presencia: afrodescendientes en el proceso revolucionario”, dará impulso a los planes para la construcción de una propuesta afrosocialista, “así sin miedo”, como se proponen, no obstante que hay afroderecha, con tentáculos de afrocubanos en exilio.
Téngase en cuenta que más de un millón de ciudadanos se autocalificaron afroecuatorianos (7,2%) en 2010 en el censo de población, un poco más que los indígenas (hay quienes sostienen que pasan del 10%). Han venido creciendo. En el censo de 2001 se identificaron 604.009 ciudadanos como tales. Según el historiador Juan Manuel Restrepo, en 1810 entre 600.000 habitantes de la provincia de Quito, cuatro sextas partes eran indígenas, una y media parte blancos, y solo un medio de pardos libres y negros esclavos.
Su aporte al país ha sido tan extraordinario como ignorado. Afrodescendientes crearon territorios libres, sea en la bahía de San Francisco, donde surgió el Reino de los Zambos bajo el liderato de Alonso de Illescas, declarado héroe nacional o en la bahía de San Mateo, bajo el liderato de Andrés Mangache y sus dos hijos.
El poderoso ejército español no los pudo conquistar. Afrodescendientes generaron plusvalía y capital agroindustrial en las minas de Loja, Zaruma y Zamora y en las haciendas de algodón y caña de azúcar en el Valle del Chota; participaron en todas las gestas independistas, y en 1895 conformaron en la costa las montoneras del general Eloy Alfaro; además de que sus brazos construyeron los puertos de Guayaquil y Esmeraldas y fueron claves en el auge del banano y en la construcción del ferrocarril, sentando las bases para el desarrollo del Ecuador.
En la actualidad los afroecuatorianos cumplen un papel fundamental
1.-En la construcción del Estado Plurinacional y Pluriétnico.
2.-En la deconstrucción del sistema económico capitalista, que ancestros esclavos se vieron obligados a construir con la plusvalía que les arrebataron, trabajando de sol a sol en minas y en haciendas de cultivo de caña de azúcar o de algodón, etc.
3.-En la deconstrucción de la educación monocultural colonial y en la construcción de la nueva pedagogía pluricultural, para la que ya están creando módulos educativos y contribuyendo con colegios pilotos para esa enseñanza descolonizada.
Y seguirán dando grandes aportes al país.