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El Telégrafo
Daniel Soto

Festeje pero no se olvide que hay que hacer

02 de diciembre de 2022

Siéntase quiteño y aplauda al son de la banda de pueblo, sea porque la vive en directo o porque la pone en el teléfono. Las fiestas de Quito son una señal de que algo se acaba y de que algo más está a punto de empezar. Termina un año, se cierran balances, se proyectan los nuevos objetivos, se piensa en navidad, y muchas otras cosas. Sonría siempre pero no se olvide que hay mucho por hacer en este diciembre.

El último mes del año nos llega siempre con la alegría de las fiestas capitalinas: bombos, platillos, aplausos y zapatazos acompañan las sonrisas por la fundación de la capital. La noticia del nuevo salario básico unificado es algo a tomar en cuenta si usted quiere llevar sus proyecciones financieras en debida forma. 450 dólares de salario básico significan un coste empresa de más de 630 dólares para el empresario. Aplauda al son de los platillos al mismo tiempo que incentiva a su fuerza de ventas a vender más para tener cómo hacerle frente al salario digno.

Según se lee a expertos en economía global, el 2023 será un año de probable recesión económica. Como si Ecuador no tuviera suficiente. Nos debemos a la dolarización y al mismo tiempo dependemos de lo que suceda con la economía de los Estados Unidos, así que no se despegue de las alertas económicas en este mes al mismo tiempo que intenta asistir a los conciertos gratuitos del sur y el norte de la ciudad.

Impulse su fuerza de ventas porque sea cual sea su negocio, necesitará de un repunte importante en la comercialización de sus productos y servicios. Que las luces del centro proyectadas sobre las catedrales no lo distraigan de la planificación y los objetivos tanto personales como empresariales.

No habrá plaza de toros ni rejoneadores, pero los toreros abundan. El único olé que no queremos gritar es ese que viene de esquivar la Ley y la Justicia mientras nos distraen con conciertos y tambores en las plazas públicas. Lamento decirle al lector que esa trillada frase de que “Quito se respeta”, no cabe más. Desde hace años la ciudad viene mal atendida y como en la capital lo que mejor se hace es trabajar, no le ponemos atención a los deberes básicos de la alcaldía. Gastarse el presupuesto apresuradamente al final del año no es una buena gestión. Pocos lo notan.

No importa que no se sepa toda la letra del Chulla Quiteño y que intente aparentar que se la sabe mientras repite “y la guaragua” durante minuto y medio para disimular. Lo importante es que haga patria y no se alcoholice hasta perder el conocimiento, protagonice peleas o cause desmanes. Cante el Chulla Quiteño como más le divierta, pero no se ponga alevoso con los policías ni ensucie la ciudad. Recuerde que después del 6, usted mismo será quien camine por esas calles.

Muchos quiteños han pasado por Europa y se comparan con el primer mundo. Sea el primero en respetar las reglas de convivencia y verá como el primer mundo será la herencia más importante para sus hijos.

No se ponga a discutir con los que aplauden al son del flamenco porque disque se hacen los españoles. Tenemos tanto derecho de aplaudir y sentirlo propio como un sevillano que combina los tres palos: cante, baile y toque. Colón partió de Sevilla y el mestizaje desciende de los barcos. Así mismo, si quiere agradecerle a la Pacha Mama y recordar el linaje ancestral pre colombino, hágalo sin tapujos, que el Adn de Rumiñahui lo tenemos todos.

Quito, Carita de Dios. Alégrese y no se descuide, que hay mucho por hacer.

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