Cuba, América, y otra gran parte de la humanidad están regocijadas. El líder legendario Fidel Castro R.
está cumpliendo 85 años de edad.
Hijo del inmigrante español Ángel Castro Argiz y de Lina Ruz, cubana, hermosa mujer, nació en Birán, el 13 de agosto de 1926, provincia de Oriente, zona dominada por la poderosa United Fruit Company.
Estudió en colegios religiosos. Se graduó de bachiller en 1945 y de doctor en Leyes en 1950. Tenía 24 años de edad.
Se identificó plenamente con el héroe de la independencia José Martí y con su orientación guió su acción.
Considerándose continuador de su pensamiento político-social, lo proclamó “autor intelectual” de su gesta iniciadora: el asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953. El mismo, que si bien constituyó un fracaso, dotó al proceso liberador cubano de un programa y destacó a Fidel como su dirigente máximo. Conocido es su estremecedor alegato “La historia me absolverá”.
Libre, se exilia en México, donde conoce al joven médico argentino Ernesto Guevara de la Serna y junto a Raúl y Camilo Cienfuegos, un puñado de 82 aguerridos insurgentes arman la expedición del “Granma”, desembarcando en Playa Colorada, el 2 de diciembre de 1956, dando inicio a la guerra de guerrillas. Luego de dos años y un mes, el 1 de enero de 1959, el dictador Fulgencio Batista huye a República Dominicana.
Desde entonces se inició la gran batalla desigual entre un pueblo heroico y un imperio soberbio, con el armamento más poderoso, tratando de derrocar al gobierno revolucionario. Cuba es el único país de América Latina que construye una nueva vida, poniendo en práctica los fundamentos más hermosos del humanismo. Y fue Fidel, con su intachable ética revolucionaria, que la condujo por cerca de medio siglo.
Hoy, a sus 85 años, Fidel goza de un gran prestigio mundial. En un escenario convulsionado por la enorme deuda de la primera potencia mundial (14,3 billones de dólares) y el resquebrajamiento de su solvencia crediticia, con la rebaja de la máxima calificación, de triple AAA a AA+, lo que jamás le había ocurrido. Inclusive, se está proponiendo una nueva moneda como alternativa al dólar.
Aquello afecta en la economía mundial agudizando los problemas sociales.
No cabe duda que el sistema capitalista comienza a declinar.
La Globalización Neoliberal, proceso necesario del desarrollo humano, tendrá que dejar de existir. Es inevitable. Así lo determinan las leyes objetivas del desarrollo histórico.
Se percibe que un mundo nuevo está surgiendo. Lo evidencia Unasur, otro tipo de integración basado en la solidaridad y ayuda mutua. Lo que permitirá a sus miembros paliar los rigores de la crisis, en aras del bien común.
¡Los tiempos cambiaron!
Felicitaciones para Fidel y su pueblo.