Los estados modernos se han construido a partir de conceptos creados por la filosofía política. Palabras como democracia, funciones, contrapesos, etc., son ideas que se concretan mediante acciones, órdenes y la administración de recursos económicos, en el marco de una constitución y sus leyes. La diferencia entre un tipo de Estado y otro radica en las potestades de las funciones, en las competencias que tiene cada institución y en la forma de nominación de sus autoridades regionales: por nombramiento o elección popular.
Un Estado se funda mediante un hipotético pacto entre individuos o entidades, suma a la que se denomina “pueblo soberano”, que antecede a todo lo demás. La forma de ese pacto es lo que determina si el Estado es unitario o federal. Por lo general, el federalismo tiene lugar cuando se considera que han pre existido otros estados y, como entidades territoriales, ceden parte de su soberanía mediante una unión o confederación. El caso más claro es el de los Estados Unidos.
En el caso de Ecuador, hay dos momentos históricos. En 1830 el pacto para la conformación de Ecuador, se realizó mediante la reunión de los departamentos de Cuenca, Guayaquil y Quito, que englobaban a varias provincias. Después, en la constitución de 1835 se estableció una organización política territorial, basada en provincias. El federalismo no se concretó en Ecuador, porque las provincias son realidades geohistóricas.
Estamos de acuerdo en que en el Ecuador existe un centralismo administrativo, que se ha empeorado por el desarrollo de una tecnocracia sofisticada. La constitución actual abre la posibilidad de traspasar competencias a los municipios autónomos. Algunos lo han hecho, pero en términos generales ese proceso de descentralización tampoco ha mejorado en promedio la calidad de vida de la gente. Es decir, que la mala administración está en todos los niveles de gobierno.
Actualmente surge nuevamente la discusión sobre el federalismo, en momentos en que se iniciaría una época caracterizada por la elevación del precio del petróleo. Lo que se busca es acceder a esos recursos económicos. En el contexto, no parece viable que exista un Ecuador constituido por la unión de 24 estados confederados. La otra posibilidad es que se agrupen provincias, alrededor de un centro, lo que significaría múltiples centralismos, probablemente oligárquicos-tecnocráticos.