Publicidad

Ecuador, 15 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Explorando a las izquierdas, II

23 de julio de 2012

Del variado horizonte ideológico de las izquierdas, sin duda una izquierda que definió largos años el panorama electoral fue aquella de la “justicia social”, bajo las insignias de la socialdemocracia alemana, la cual pretendía hacer la transformación social desde las propias instituciones del Estado, accediendo al poder vía electoral, y desde este dirigirse a la sociedad, la cual, por cierto, necesariamente requería una modernización liberal, a todo nivel. Esa misma izquierda fue la que no supo cómo reaccionar frente a la emergencia de una izquierda étnica-indígena.

Esta izquierda centrada en la noción de lo democrático no encontraba en la acción política de los movimientos indígenas una expresión diferente de la lucha por el reconocimiento que ponía en duda todas las definiciones de democracia y lo hacía desde un reconocimiento identitario e histórico. Esta izquierda fue la que frente al levantamiento indígena de 1990 declaraba que los indígenas estaban, nuevamente, manipulados por políticos oportunistas: argumento ya utilizado en varias ocasiones, décadas atrás para desacreditar cualquier iniciativa política desde los propios actores.

Esta izquierda, no hay que olvidar, consideraba que las transformaciones debían venir procesadas a través de su partido y desde éste luchar en los escenarios institucionales. No distaba esta izquierda de otras en la búsqueda de alcanzar los lugares de la democracia representativa. Una izquierda elitista centrada en sectores de las clases medias y profesionales que centraban en una modernización del Estado la vía para alcanzar la “justicia social”, la cual, sin duda, no estaba claramente definida.

Y si alguna duda quedaba de la entelequia de la justicia social, se visibilizó con las reacciones negativas hacia los indígenas, los cuales emergieron sin interlocutor social alguno, sino que hablaron por primera vez por sí mismos. Hablaron y exigieron desde su propia historia, sin la mediación de ninguna de las otras izquierdas: comunistas, socialistas, maoístas, etc.

La emergencia de una izquierda étnica, significó ahondar la crisis de las otras izquierdas, centradas en los ejes soviético, chino, albanés, alemán, etc. Esta izquierda étnica desbordó los centros ideológicos, destapó la complicidad de otras izquierdas asociadas a un Estado uni-nacional-blanco-mestizo, bajo control de la derecha conservadora. Además, cuestionaba el rol de los intelectuales en la izquierda y algo muy significativo, el rol de los historiadores socialistas y sus narrativas de “la historia” social-popular.

La historia social entraba a ser disputada frente a los funcionarios que habían monopolizado los discursos de la “nación” y sus fines. Y, quizás más relevante, el papel de la memoria social, colectiva, popular, étnica, disputará con fuerza el discurso hegemónico de la ciencia histórica uni-nacional. Izquierda étnica ahora en severa crisis por una lucha de clases interna.

Contenido externo patrocinado