No puede ser posible que sigan ocurriendo accidentes en las carreteras de nuestro país, en los que mueren centenares de personas y otras quedan heridas, sea leve o gravemente, siendo llevadas a hospitales para ser atendidas debido a la irresponsabilidad de ciertos conductores.
Menos puede ser posible que al encontrar seres humanos que todavía pueden ser salvados en el hospital, como es el caso del accidente ocurrido con los señores testigos de Jehová, no lo hagan tan solo por ética, entre comillas. Estos médicos tenían la obligación, la responsabilidad y el deber de salvar la vida de estas personas.
So pretexto de que no pueden recibir transfusiones de sangre, estos galenos utilizan métodos alternativos retardando y, en otros casos, causando la muerte de un ser humano.
Entonces aquí vienen las preguntas: ¿Dónde está la ética de estos profesionales o la promesa que hacen al graduarse de doctores? ¿Dónde está la humanidad con la que deben tratar a un paciente? ¿Dónde están los derechos humanos?
Señores galenos, por si no lo saben, están cometiendo -con ese pretexto- homicidio, ya que la misma Constitución dice que hay que salvaguardar y preservar la vida. Algo que ustedes, por dejarse llevar de un pretexto, no hicieron.
Esperemos que, en un futuro, cuando personas como ellas dejen en sus manos sus vidas, no las dejen morir, faltando así a su ética. Y agradezcan no ser demandados o destituidos de sus cargos, porque eso sí es lesa humanidad.
Teresa Proaño Chávez
Abogada / C.C. 091466690-4