La ética es un comportamiento individual que nos hace actuar bien y nos aleja del mal. Nos invita a ser responsables de nuestros actos. La ética es la más importante materia de todo sistema educativo que nos permite ser personas honradas e integrales. Sin la ética, somos seres en conflicto con uno mismo y convertimos en un peligro social.
No es ético que los padres de familia gasten sus ingresos en aspectos secundarios, sin atender primero los fundamentales. No es ético que los hijos en la casa se apoderen de lo que no les corresponde. No es ético que los estudiantes, teniendo mucho talento, hagan trampas para obtener mejores calificaciones. No es ético aprovecharse de la inteligencia y conocimientos para perjudicar a los demás, No es ético aprovechar la oportunidad del empleo público para realizar negocios corruptos.
En un artículo publicado el 12 de abril de 2019, se señala que “El enemigo No. 1 del Ecuador y de la Humanidad”, es la falta y la mala educación, tanto en el hogar como en los sistemas educativos a nivel mundial, que la convierten en la causa principal de los problemas existentes, principalmente la corrupción.
En los sistemas educativos la asignatura más descuidada es la ética. En el mejor de los casos, son mínimas las horas contempladas en los planes de estudios y, la mayoría de las veces no existe. Se requiere de padres de familia, profesores, funcionarios públicos, empresarios, profesionales y ciudadanos practicantes de la ética. Hay que elaborar en consenso una oración ética, que debe ser leída y cantada al inicio de las actividades diarias en los centros educativos y en las dependencias públicas y privadas.
La divulgación masiva de los mejores ejemplos éticos ecuatorianos, latinoamericanos y mundiales es una tarea urgente para contrarrestar la plaga social de la corrupción. La enseñanza de la ética se convierte en la mejor vacuna contra el virus de la corrupción extendido en todo el mundo. (O)