El pulpo está en veda entre mayo y junio, pero no se respeta. Esta medida que comenzó en 2019 en Ecuador es totalmente desconocida para muchos restaurantes y comensales que siguen sirviendo y comiendo este cefalópodo que necesita de la veda para descansar de la captura ya que no existe suficiente información sobre el periodo de reproducción, ni conocimiento científico que ayude a asegurar su sostenibilidad.
Pero los comensales somos necios y lo seguimos pidiendo. Es cierto que pudo comprarse con anterioridad y está congelado, pero ¿vamos a pararnos a revisar la etiqueta en la refrigeradora industrial del restaurante? O ¿habrá controles de parte de alguna autoridad para identificar si realmente se está cumpliendo esta disposición?
Solo hay que dar una vuelta por los mercados para ver los tentáculos morados expuestos, listos para llevar a casa y cocinar. También en muchos restaurantes ofrecen este plato y si se pregunta sobre la veda algunos desconocen y otros hablan de la gran cantidad de pulpos congelados que guardan con meses de anterioridad. Puede ser cierto, ya que un pulpo congelado puede durar 6 meses en frío pero no existe la certeza de que se respete la veda, en especial por el desconocimiento generalizado. Estamos en un libre mercado, que es positivo, pero nos falta mayor responsabilidad con la naturaleza respetando sus tiempos para renovar ciclos.
De hecho, las vedas existen, no por capricho, sino para resguardar procesos de reproducción y reclutamiento de una especie. Es una medida fundamental para garantizar que las especies no sean explotadas. En el caso del pulpo, la veda es temporal fija, lo que quiere decir que existe una fecha específica durante la que el pulpo no se debe pescar para permitir que se reproduzca naturalmente.
Sabemos que el pulpo es un manjar para muchos, sin embargo, las vedas son el mecanismo que permite seguir disfrutándolo por más años. Al igual que el enfoque de las autoridades sobre la veda de cangrejo rojo, cuyo primer periodo fue entre febrero 1 y marzo 2 de este año, se debería aplicar sobre otras especies. Esta especie de cangrejo conocida como Ucides occidentalis Ortmann es la más comercializada, por lo que tiene sentido que se cuide a través de la veda. En este caso se prohíbe la captura, transporte, procesamiento y comercialización interna y externa, según el Instituto Nacional de Pesca (INP). Sin embargo, en la veda de pulpo no hay tanta claridad sobre el proceso y reglamento para tener claro qué se puede hacer y qué no durante la veda. Quizá ayudaría un sitio web con la información de los restaurantes que pueden venderlo porque demuestran que lo tienen congelado con anterioridad. Sin embargo, la mejor forma de tener certezas es no consumiendo porque sin demanda, no hay oferta.
En fin, se puede hablar mucho de esto y no llegar a ningún punto, porque hasta el cangrejo rojo que está realmente protegido es vendido de contrabando en ciertos mercados durante la veda, como informan medios de comunicación que suelen cubrir estos temas y acompañan a las intendencias a los operativos y se descubre que un comerciante descuidado vende cangrejo rojo en veda y se excusa en que no sabía. Si como consumidores no aprendemos a respetar las vedas, no habrá muchos manjares del mar que queden en los próximos años.