Platón en su diálogo El Banquete distingue cuatro tipos de amor. Eros, que es el vínculo creado cuando hay atracción sexual. Philia, el amor por la humanidad y por los seres vivos que pueblan la Tierra es una expresión de lealtad hacia el prójimo. Ágape, un tipo de amor desinteresado, busca el bienestar, su realización y la felicidad del otro. Y Storgé, que es un amor fraternal y cultivado a lo largo de los años, es el epítome de la relación caracterizada por la empatía entre los ciudadanos.
No puedo entender que los actos vandálicos sean una expresión de amor hacia su ciudad, su patria o su historia. Ninguno de los tipos de amor descritos por Platón da cuenta de lo cometido contra la capital de Chile. Es un acto de desamor y un delito de odio. No hay ningún dato macroeconómico que pueda justificar lo actuado.
En esas jornadas hemos visto cómo destruyeron el metro más grande de América Latina y que daba servicio a los sectores medios y bajos de la sociedad chilena. Lo destruyeron porque no estaban de acuerdo con la nueva tarifa. Sea dicho de paso, correspondería al costo de operación del nuevo y pequeño metro de Quito. Pero a más del metro y de otros edificios públicos, las hordas han destruido la mayoría de monumentos recordatorios de la civilización europea. Se han cobijado en las banderas mapuches tratando de buscar su identidad.
Chile aún no había procesado el perdón del pasado de la dictadura militar y hoy aparece que aún no lo ha elaborado con la conquista española... Platón decía que amamos lo que no tenemos. Una franja de ciudadanos chilenos ha manifestado, simbólicamente, su rechazo y odio a lo que la sociedad chilena construyó. Una vez pasado este trago amargo se preguntarán quién debe perdonar las heridas que quedan. Esa es responsabilidad de los ciudadanos, no del Estado. El Estado tendrá que juzgar y solo luego de ello, los chilenos podrán iniciar su camino de reconciliación y de perdón. ¿Otros 500 años? (O)