Publicidad

Ecuador, 05 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Eva Giberti

“Es lucha, estúpidos”

12 de marzo de 2018

La frase, como bien sabemos, la he resucitado de las alternativas  estadounidenses en sus luchas políticas cuando Bill Clinton se oponía a Bush. Y se escribía: “Es la economía, estúpido”. La inteligencia popular terminó utilizándola internacionalmente para subrayar distintos aspectos que se descuentan son los fundamentales y que cuesta reconocer. En este momento es válido para quienes, caballerosos, se nos acercaron el 8M para regalarnos una flor y en el colmo de la cortesía ensayaron un chocolate. “¡Pero Eva!, no se puede rechazar la buena onda de los que por lo menos tratan de ser educados...” Pamplinas. Son formas del patriarcado mostrando una postura complaciente hacia nosotras, tratándonos como niñas o señoritas subordinadas a las que hay que agasajar, como contrafigura de los feminicidas, mostrándose galantes, y posicionándonos al mismo tiempo como superiores y negando la igualdad de derechos en el Día Internacional de la Mujer. Justamente en ese día la flor y el galanteo es una provocación, cuando salimos a luchar contra las mañas y artimañas de las diferencias homicidas y los abusos de poder. ¿De qué cortesía y festejos nos hablan cuando salimos a gritar y a levantar las banderas del Ni Una Menos? ¿No se dan cuenta de que no han entendido nada? ¿Que persiste en ellos la imagen que le inculcaron desde niños acerca de lo que significa ser mujer y que repiten los prejuicios acerca de ellas, seres debiluchos, inferiores, desamparados de quienes es posible burlarse, apropiarse, explotar y golpear?

Los regalitos prendieron en las campañas publicitarias, a las que no se les puede pedir sensatez porque su proyecto es económico y vendedor. Pero al compañero de oficina que transporta la flor es sencillo responderle: “Es la lucha, estúpido” y explicarle por qué ese día ella estuvo “de paro”. El “paro” sensacional fue el que promovió Aristófanes en su literatura, en su obra Lisístrata, cuya protagonista y sus seguidoras, hartas de que sus maridos y amantes marchasen de guerra en guerra, en aquellos tiempos heroicos de la Grecia Clásica, decidieron suspender con ellos las relaciones sexuales. (O)

 (Tomado de Página 12, de Argentina)

 

 

 

 

Contenido externo patrocinado