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El Telégrafo

Es hora de buscar otros rivales

29 de febrero de 2012

Hoy es fecha FIFA, las selecciones nacionales buscan aprovechar esta oportunidad para realizar partidos de preparación que les  permita  a sus técnicos sacar las mejores conclusiones de cara a las eliminatorias y luchar así por un puesto a la próxima cita mundialista, que se disputará en el 2014 en Brasil.

El combinado “tricolor”  enfrenta esta noche (19:00), en el estadio Capwell, a la selección de Honduras. El dato estadístico revela que después de 20 años, este escenario recibe una vez más en su campo al equipo nacional, en un partido internacional a nivel de selecciones,  también las estadísticas registran que este será el enfrentamiento número 11 entre estos equipos, en los 10 anteriores se repartieron 2 victorias cada uno y seis empates.

Los centroamericanos tienen la ventaja de un gol más, 11 frente a los  10 de los “tricolores”. Una lamentable lesión  deja fuera de este compromiso a Luis Antonio Valencia, actualmente el mejor jugador ecuatoriano. En cuanto a los demás futbolistas convocados por Reinaldo Rueda, considero que están quienes deben estar, más allá de que en cada aficionado hay un potencial director técnico y siempre estas citaciones abren espacio para la polémica.

La inquietud de la mayoría, la cual comparto plenamente, sin pretender ser peyorativo ni mucho menos, ni tampoco mirar por arriba del hombro al rival de esta noche, es por qué nuestra selección no puede enfrentar a rivales de mayor jerarquía. A selecciones que a más de ser un atractivo para el aficionado, puedan contribuir incluso para determinar falencias y corregirlas a tiempo para proyectarnos al futuro con reales posibilidades de éxito. Por qué nuestros adversarios son casi siempre los mismos.

Enfrentar a México, que es uno de los rivales más importantes, es ya un clásico, y de tanto enfrentarlo ya casi llega al aburrimiento. Los vecinos Colombia y Perú son otros de los seleccionados que enfrentamos con frecuencia, sobre todo en USA o España, en donde el negocio es redondo  para los empresarios, que aprovechan el interés de nuestros hermanos que, por una u otra razón, han dejado el suelo patrio y, por ver al equipo nacional, pagan entradas costosas llenando los bolsillos de los organizadores.

Costa Rica, EE.UU., El Salvador y Honduras se suman a este grupo de selecciones, a las cuales casi siempre debemos enfrentar, al parecer, no hay más rivales o nuestra selección no despierta el interés o los empresarios que tienen los derechos de la “Tri”,  no tienen la capacidad o no les interesa invertir dinero con otro tipo de oponentes  con selecciones de mayor peso. ¿Por qué no podemos enfrentar a Italia, Alemania, a Portugal o al último campeón del mundo, España?, ¿por qué no podemos medirnos con los verdaderos pesos pesados?

Es cierto y debo reconocer que no es tarea fácil medir a estos rivales con frecuencia, que hay una serie de factores que se deben  superar  para jugar con España, por citar un ejemplo, pero también  no es menos cierto que  otras selecciones como Venezuela, que nunca ha clasificado a un mundial, ya está en Málaga para medirse con los campeones del mundo, con quienes ya se enfrentaron hace pocos meses en terreno llanero. ¿Qué tienen los venezolanos y qué nos falta a nosotros para enfrentar a este tipo de rivales?

Chile analiza cada uno de sus oponentes en estas jornadas, sus directivos no escatiman esfuerzos y en algunas ocasiones, incluso, han debido afrontar pérdidas económicas para enfrentar equipos de categoría, pero en el gran balance terminan ganando, o no es una ganancia clasificar al campeonato del mundo y recibir arriba de ocho millones de euros por esa instancia.

En esta jornada los del país de la estrella solitaria enfrentarán a una de las selecciones que fue revelación en el último mundial: Ghana. Bolivia anuncia que enfrentará próximamente a España y Brasil, para Colombia es casi costumbre jugar en Europa, con rivales de importancia, Perú pese a los pocos resultados de los últimos años, logra confrontar con contendores de mayor prestancia de los que miden a nuestro combinado.

La selección ecuatoriana tiene como tarjeta de presentación haber clasificado a dos mundiales, esas dos experiencias deberían servir como patente para que los dirigentes con una posición firme exijan a los empresarios, que manejan este tipo de cotejos internacionales,  selecciones de mayor importancia y jerarquía.

El progreso también se mide por los adversarios y no podemos conformarnos que en cada fecha juguemos con los mismos rivales de siempre. El país futbolero exige y reclama. Es hora de buscar otros contrincantes y no conformarnos con lo mismo de siempre.

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