La mayoría de profesores y profesoras universitarios ecuatorianos han enseñado en línea de forma limitada y es probable que, de haberlo hecho, no lo hayan disfrutado tanto como hacerlo en persona. No es lo mismo conducir una clase cara a cara, llena de energía, que hacerlo a través de la pantalla. Sin embargo, dada la pandemia, de aquí en adelante los profesores se verán obligados a hacerlo. Ahora les toca planificar, diseñar, entregar contenidos, evaluar, en línea.
Es posible que ni siquiera tengan tiempo para aprender a enseñar en esta forma, pero tendrán que lanzarse. Una vez que se solucionen los problemas de conectividad y de adquisición de dispositivos de recepción de señal, la enseñanza en línea será la forma oficial de enseñanza. Hasta que se encuentre una vacuna contra el covid-19, no podemos concebir que se impartan clases presenciales. Por ello, los docentes además de ponerse al día deberán tomar en cuenta que las clases en línea no van a desaparecer en un futuro cercano.
Es posible que los y las docentes no se sientan totalmente involucrados en esta nueva práctica de enseñanza. Sin embargo, es necesario que la aprendan de forma intensiva, sólo así sus clases en línea llegarán a ser tan gratificante como las que enseñaban en el aula física.
La integración de tecnologías en línea en la enseñanza es un desafío; sin embargo, es también una oportunidad para que los y las docentes desarrollen los contenidos de las asignaturas, muestren las fortalezas de su estilo de enseñanza, se vuelvan aún más creativos y encuentren el enfoque adecuado para los estudiantes y su propio contexto educativo.
¿Cómo hacer que la pedagogía en línea sea tan efectiva y satisfactoria como la versión en persona? Hay que tomar las buenas prácticas de las clases presenciales y trasladarlas a las clases telemáticas. La puntualidad, la disponibilidad, los anuncios para proporcionar una visión general del tema a tratar, los resúmenes del trabajo anterior, la respuesta a las preguntas publicadas en un foro de discusión, el establecimiento de un horario de atención personalizada, la calificación enviada de manera oportuna, la discusión en clase, el buen trato.
Todas son formas perfectamente adaptables a la enseñanza en línea. Al fin y al cabo, las buenas prácticas de la enseñanza de calidad son comunes a las diferentes modalidades. Ser un buen profesor o profesora significa utilizar con éxito los enfoques de aprendizaje para obtener resultados significativos entre los estudiantes. (O)