Emilio Gómez acaba de tomar una decisión muy importante para su carrera tenística. Después de dos años y medio de estudiar y representar al equipo de tenis de la Universidad del Sur de California (USC) con una beca deportiva, Emilio ha optado por interrumpir sus estudios universitarios y concentrar todos sus esfuerzos en su carrera como tenista profesional.
Emilio tuvo una muy buena actuación a nivel juvenil, obteniendo títulos nacionales en todas las categorías y representando a nuestro país en torneos sudamericanos y mundiales. Al terminar la secundaria se le presentó el dilema, ¿continuar con los estudios o ir al circuito profesional?
Emilio ganó su primer torneo profesional antes de cumplir 18 años, cuando se impuso sorpresivamente en el torneo Future de Guayaquil, en las canchas del anexo Tenis Club y ganó en dobles junto a Julio Campozano el Challenger de Guayaquil. Pero los resultados en varios torneos fuera del país no fueron los que él esperaba; todavía le faltaba madurar, física y mentalmente. No estaba listo para competir en 25 o 30 torneos profesionales en un mismo año.
Entonces decidió aceptar la oferta del entrenador Peter Smith, de USC, de ir a estudiar, entrenar y competir al más alto nivel del tenis universitario de los Estados Unidos; todo sin abandonar su meta de ser tenista profesional.
Los Troyanos, como se denomina a los equipos deportivos de USC, eran los bicampeones nacionales cuando llegó Emilio, por eso la exigencia y la responsabilidad eran muy grandes. Pero a Emilio esa experiencia lo enriqueció mucho, aceleró su proceso de maduración y tuvo el honor de ser parte importante del equipo que consiguió otros dos títulos nacionales.
A nivel individual, terminó jugando como # 1 de su equipo y llegó a ocupar el segundo lugar del ranking nacional universitario (NCAA).
Otros factores, que en mi opinión ayudaron a Emilio a tomar esta decisión, fueron los buenos resultados obtenidos en los torneos que jugó durante sus vacaciones estudiantiles. Ganó en singles el torneo Future de Guayaquil, en las canchas de la Federación Deportiva del Guayas en Miraflores y alcanzó la final del Future en el anexo del Guayaquil Tenis Club; además -con Roberto Quiroz- logró los títulos de dobles en ambos torneos.
Pero más importantes aún han sido sus victorias como jugador del equipo ecuatoriano de Copa Davis, una competencia en la cual se ve de qué está hecho un tenista, pues tienes la presión de representar a tu país y tus compañeros dependen de ti. Hay jugadores que saben manejar esa situación y otros que se ven abrumados por la responsabilidad.
Emilio debutó oficialmente en la Davis en 2010 frente a Rumania cuando la serie ya estaba definida en contra nuestra, perdiendo ante Adrian Ungur en dos sets. Pasarían dos años para que Gómez volviera a jugar singles. El pasado septiembre, en Lima, contra el equipo peruano, que preparó una cancha de arcilla muy lenta, con pelotas pesadas a sabiendas de que tanto Emilio como Quiroz entrenaban y competían solamente sobre canchas duras y que tendrían apenas 3 o 4 días de adaptación. Y así ocurrió, definitivamente los primeros entrenamientos fueron complicados para Emilio, que no se sentía cómodo sobre el pesado polvo de ladrillo del club Lawn Tennis. Recuerdo que como capitán estaba preocupado, pero tuvimos una conversación privada y él me aseguró que iba a estar listo para el día del inicio de los juegos. Y así fue, Emilio abrió la serie derrotando en 4 sets al número 1 peruano, Duilio Beretta, sorprendiendo a todos con su tenis agresivo y abriéndonos el camino a la victoria por 4-1.
El pasado mes de abril en Manta, contra Chile, en una serie en la cual el ganador pasaría a jugar el “playoff” al Grupo Mundial, Emilio mostró otra vez no solamente un gran tenis, sino también una gran mentalidad y un excelente poder de recuperación, pues tras haber perdido el primer día frente al # 1 chileno Paul Capdeville y el segundo día en dobles en pareja con Roberto Quiroz, frente a Capdeville y Jorge Aguilar, tenía la enorme responsabilidad de definir la serie frente a su público contra el juvenil Christian Garín, que había jugado un gran partido, cayendo en cinco sets contra Julio Campozano.
Jugando a un nivel muy alto, Emilio se mantuvo calmado, sirvió muy bien y utilizó su principal arma: su derecha ganadora, para superar al visitante en 4 disputados sets y ponernos a un paso del Grupo Mundial, que definiremos frente a Suiza en el próximo mes de septiembre.
Esta semana, en su primer torneo profesional de la temporada, llegó hasta los cuartos de final del Challenger de Manta, superando primero al estadounidense Jesse Witten y después al brasileño Fabiano De Paula, octavo favorito. Ya cayó ante el argentino Facundo Argüello.
Estos resultados, sumados a sus condiciones técnicas, físicas, su entrega en los entrenamientos y especialmente la forma en que ha aprendido a manejar situaciones de mucha presión, me hacen mirar el futuro tenístico de Emilio con mucho optimismo. Él tiene claro lo que tiene que hacer y a dónde quiere llegar... Estoy seguro de que lo conseguirá.