A pesar de que la primera potencia mundial se convirtió en el epicentro del coronavirus dejando solo en ese país a más de 160.000 muertos, Donald Trump ha mostrado un liderazgo pasivo frente a la pandemia. Estados Unidos no solo tuvo una contracción en el liderazgo mundial; sino que su inacción local ha generado importantes impactos para las elecciones venideras, mismas que evidencian la pérdida de confianza del pueblo en el primer mandatario, quien es candidato por el Partido Republicano para las elecciones que se llevarán a cabo en noviembre. Cabe recordar que, a principios de 2020, Trump salió airoso y fortalecido de un impeachment, pero los impactos del Covid-19 apuntan a que los estadounidenses preferirán un liderazgo consensual para salir de esta crisis económica y social.
Según las últimas encuestas sobre intención del voto, Joe Biden se encuentra de nueve a doce puntos por encima de Trump, inclinando la balanza a favor del candidato demócrata. Por la naturaleza de las elecciones en Estados Unidos basadas en un sistema de Colegios Electorales, la o el presidente no se elige por la mayoría de votos, sino por un sistema de representación indirecta que convierte al sufragio en un factor no necesariamente vinculante, tal como sucedió en la contienda electoral entre Clinton y Trump en 2016, cuando este último ganó por votos de "representantes" y no por la votación popular directa. Sabemos que en política nada está dicho hasta la proclamación de los resultados y que cualquier factor puede cambiar el tablero; pero es un hecho que las encuestas preocupan al primer mandatario, por lo que en los meses restantes podría adoptar cualquier tipo de estrategia para captar la atención del electorado.
Trump ha iniciado una trama de fraude electoral, sembrando dudas sobre los próximos comicios. Por ello, de ganar el Partido Demócrata se anticipa una transición política compleja con trabas establecidas por el propio Trump y el ala más conservadora del Partido Republicano. Sin duda, la batalla por llegar a la Casa Blanca mantiene en vilo a los estadounidenses y a la comunidad internacional. (O)