Publicidad

Ecuador, 22 de Diciembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Ramiro Díez

Historias de la vida y del ajedrez

El viejo ciego y sabio, en Manabí

Historias de la vida y del ajedrez
19 de junio de 2014

Dudo de la historia; me la contó un querido amigo manabita con fama de conquistador de mujeres y mentiroso vocacional, llamado Nazareno. Cuando él era aún joven, en Jipijapa vivía un viejo ciego y solitario, en una cabaña escondida en alguna loma perdida. Nadie entendía cómo se las arreglaba con sus gallinas, sus cerdos y su huerta que le daba lo elemental. Vivía, en apariencia, sin problemas. Pero alrededor del viejo se tejían muchas leyendas.

Una decía que tenía pacto con el demonio y que cuando estaba solo tomaba la forma de un joven vigoroso que desenterraba monedas de oro de algún escondite e iba a la ciudad a vivir rodeado de placeres. A los 3 días debía volver a su cabaña, hasta un nuevo permiso del diablo.

La leyenda también decía que el pacto con Satán le daba la ventaja de jamás equivocarse: Lo sabía todo sobre todos, y leía el pasado y futuro de la gente. Se creía que el que hiciera fallar al viejo en una pregunta, sería dueño de las riquezas que escondía. Una tarde, Nazareno llegó con una paloma en las manos donde el viejo sabio y ciego.

Le preguntó si el ave estaba viva o muerta. Si el viejo respondía “muerta”, Nazareno la echaría a volar. Si decía “viva”, le torcería el pescuezo y se la entregaría muerta. En cualquier caso, se iba a equivocar. Nazareno sería rico. Cuando le preguntó, el viejo se quedó callado. Nazareno, ansioso, repitió la pregunta: “No te puedes quedar callado. ¿Está viva o muerta? ¡Responde!”.

El viejo ciego y sabio tragó saliva y dijo: “La respuesta está en tus manos”. Fue hace 40 años. Nazareno era pobre y siguió igual. Aún trabaja con sus manos: fabrica alpargatas, siembra cacao, pega ladrillos... Y sabe que, ya que nació pobre, la solución para poder vivir siempre estuvo en sus manos. En ajedrez también. Todo está en la inteligencia. Al final, lo que hagan las manos define el destino. A veces se cree que se puede ganar, y no sucede:

1  0-0-0!     DXC?
2 T8D+!!    y el negro pierde la dama

Contenido externo patrocinado