En el Ecuador el 70% de las casas -3’550.000-, donde habitan 10 millones de personas, se han construido de manera informal, sin observar las reglas de construcción antisísmica. La prensa informa que, a partir de enero de 2012 se exigirá que todas las edificaciones se construyan observando las reglas contempladas en la Norma Ecuatoriana de la Construcción (NEC-11).
En el país, hasta ahora, no se han elaborado mapas geotécnicos y de riesgo con fines de ordenamiento del territorio nacional, estudios que generalmente se realizan a escala 1:50.000 - 1:25.000 y que son elaborados por instituciones estatales. Tampoco se ha realizado este tipo de estudios en los territorios ocupados por las grandes ciudades, menos aún en las medianas y pequeñas. Los estudios señalados se realizan a escalas más detalladas y van acompañados de investigaciones sobre el riesgo sísmico, volcánico, geomorfológico, hidrogeológico y sobre todo geotécnico. Estos estudios deben ser realizados por las direcciones de planificación urbana de los municipios.
Es difícil cuantificar, pero considero que no menos de 2 de esos 3,5 millones de casas construidas de manera informal se ubican en lugares no aptos para la construcción de viviendas; lugares en donde es evidente el riesgo geomorfológico -fuertes pendientes-, hidrológico -lluvias-, sísmico -sensibles a movimientos sísmicos y terremotos-, volcánico -zonas ubicadas cerca de volcanes activos-; y, sobre todo, geotécnico: casas construidas sobre formaciones de rocas o suelos no consolidados, susceptibles de hundimientos y deslizamientos.
Ilustramos al lector con algunos ejemplos, que hay en la hoya de Loja.
La cuenca de Loja está constituida de formaciones de rocas sedimentarias: areniscas, arcillas, arcillas calcáreas y conglomerados. Durante el Mioceno, teniendo como fondo el levantamiento general de la cordillera de los Andes, se inició el desarrollo de la cuenca en un antiguo lago.
Los asentamientos y deslizamientos que se producen en el flanco oriental de la ciudad -área de San Cayetano-, en los taludes y en la base de las carreteras alrededor de la urbe, nos anuncian que la ciudad de Mercadillo y sus alrededores se encuentran ubicados en una zona sensible al riesgo geotécnico, geomorfológico e hidrogeológico. Cuando se suman estos tres tipos de riesgo, generalmente se producen deslizamientos de tierra, con graves consecuencias materiales y humanas.
Personalmente, y a través de la escuela de Geología y Minas de la Universidad Técnica Particular de Loja, hemos propuesto a las autoridades municipales declarar bosque protector al flanco oriental de la ciudad y congelar las construcciones en el área de San Cayetano; además, realizar los estudios geotécnicos y de riesgo, los cuales permitirán, en forma técnica y sostenida, planificar el desarrollo futuro de la ciudad.
Hasta ahora no hemos recibido respuesta a nuestros planteamientos.