Publicidad

Ecuador, 20 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

El riego

17 de octubre de 2011

El Consejo Nacional de Competencias ha iniciado la transferencia del riego a los Gobiernos Provinciales (GP) como lo establece la actual Constitución. Es la primera vez que tenemos esta posibilidad para descentralizar  una actividad vital para el desarrollo, cuyo beneficio financieramente ha sido calculado en más de mil millones de dólares anuales (50% del total de los generados por todos los usuarios del agua).

El riego suministra el agua para la producción agrícola. El agua que utilizan las plantas para su vida es aquella que los técnicos denominan agua capilar y que está retenida en los poros de los suelos que tienen estas características, el resto del agua se pierde. Los excesos de agua son tan dañinos como las sequías: las plantas se ahogan (como dicen en mi tierra). Por esto, la administración del riego exige también la administración del drenaje y el control de las inundaciones.

La administración del agua ha sido preocupación permanente del Estado. El año 1954 se creó la Caja de Riego, que tenía entre sus objetivos diseñar, construir, operar los sistemas de riego y buscar la eficiencia en la utilización de los recursos hídricos (RH). En 1966 se fusionó la Caja de Riego y el Ministerio de Agricultura y Ganadería, constituyéndose el Instituto Nacional de Recursos Hídricos (INERHI) con un directorio fuertemente sesgado hacia el sector agrícola. Este organismo, reducido en sus funciones de riego que fueron trasladadas a las entidades regionales en 1994, dio lugar a la creación del Consejo Nacional de Recursos Hídricos (CNRH).

Estas instituciones, que tenían como objetivo la administración de los RH, tuvieron un sesgo a la administración y construcción de los sistemas del riego y al ser suprimidas se señalaron como motivos: la centralización, burocratización y clientelismo de sus funciones técnicas. Deficiencias en la administración del riego. Desatención de la operación y mantenimiento de los sistemas de riego. Falta de relación y falta de representatividad ante las organizaciones de los usuarios. Descuido en capacitar, organizar, legitimar y fortalecer las Juntas de Usuarios.     

Es necesario tener presente estas experiencias para no reeditar los fracasos anteriores en el aprovechamiento del agua, elemento vital del desarrollo. Sin embargo, la clave para solucionar los indicados problemas reside en la capacitación y organización de los campesinos para que se conviertan en gestores de su propia administración.

Contenido externo patrocinado