Parece una película de terror. Pero es cierto. Mientras los noticieros en el Ecuador nos disparan durante una hora con una crónica roja maximalista, el mundo atraviesa por un momento crucial que no da cuenta ninguno de los medios de comunicación del Ecuador: los Talibanes se tomaron Kabul y vuelven al poder luego de 20 años.
Esta nota corta, trata de bosquejar la situación de esta antesala del infierno que vive el pueblo afgano y que desconoce, por falta de información, el público lego.
¿Quiénes son los talibanes? Se autodenominan “Emirato Islámico de Afganistán”. Es un movimiento fundamentalista islámico que surgió a finales de los 90 en Pakistán después de la retirada del ejército soviético del territorio afgano. En sus inicios tuvieron apoyo financiero, social y político de los Estados Unidos. Luego de haber sido desprotegidos del gobierno norteamericano, pasaron a ser el enemigo terrorista más importante de esta potencia mundial.
Desde 1996, los talibanes estuvieron en el poder hasta el 2001. El nuevo orden fundamentalista estuvo cimentado sobre la ley islámica conocida también como la ´sharía´ y con la cual, se repudia en cada acto de la vida cotidiana la presencia del mundo occidental.
La vida cuotidiana estuvo estrictamente reglada por la interpretación fanática y arbitraria de El Corán. Establecen desde la forma de vestir de las mujeres obligándolas a ponerse el burka, ese gran velo que cubre su rostro hasta quiénes pueden manejar automóviles. Por supuesto, las mujeres no pueden manejar ni salir solas a la calle. Los hombres, de manera obligatoria debían dejarse crecer la barba y estaban prohibidos cualquier manifestación tecnológica de Occidente como el cine, la televisión y el arte.
Representa un hito histórico el 11 de septiembre de 2001 cuando Al Qaeda, bajo las órdenes de su líder Osama Bin Laden realizó el ataque terrorista de mayor magnitud en el mismo territorio norteamericano. Claro que, en ese entonces, hubo voces que no podían faltar, diciendo que esto fue un simulacro y hasta un holograma, pero que no existió. Ahora me gustaría escuchar a las mismas voces decir que la toma de Kabul también es un holograma. Son argumentos que tratan de desprestigiar la intervención militar norteamericana en ese territorio.
En los hechos, la mayoría de la población afgana estuvo protegida por la presencia militar de los Estados Unidos. No es una coincidencia que, paralelamente el desalojo militar norteamericano, se les haya abierto el paso a los talibanes a la toma de la capital afgana de manera “pacífica”.
El mundo verá la conculcación de los derechos fundamentales de las mujeres afganas y el crecimiento exponencial del tráfico de la heroína a nivel mundial.
La victoria de los talibanes es un triunfo para el terrorismo internacional y en especial con Al Qaeda e ISIS (Estado Islámico, Iraq y Siria).
Ha triunfado una vez más la barbarie sobre la civilización…