Masacres carcelarias, mafias internacionales, narcotráfico, coches bomba, secuestros, extorsiones... Falta de medicinas, corrupción en hospitales, asesinatos de funcionarios públicos. Por si esto fuera poco, también hay deslaves, inundaciones y otros fenómenos naturales. Además, está en marcha un proceso de juicio político en contra del presidente.
Hoy, da la impresión de que en Ecuador nada funciona y que tampoco nos favorece la suerte. Cuando se analiza por qué existen tantos desencuentros, por qué nadie hace algo y por qué no se comparten noticias positivas al respecto -al final, muchísima gente trabaja en beneficio del país- existe una explicación común: errores en la comunicación. Para evitar que esto se convierta en una muletilla o justificación vacía, es importante revisar qué se puede hacer, precisamente desde la comunicación, para revertir esta situación.
Sobre el tema sí es importante considerar que los problemas -o la gran mayoría de ellos- no se van a solucionar únicamente con mensajes esperanzadores y estrategias de comunicación; menos, si éstas no se acompañan de políticas efectivas y una adecuada capacidad de gestión; sin embargo, la comunicación posee un poder que la mayoría ignora y es su influencia sobre el estado de ánimo, las percepciones y lo que se considera es verdad -y real-. De ahí que sea importante comprender los siguientes aspectos:
- Por estadística, los individuos no tienden a modificar sus puntos de vista; al contrario de la creencia de que somos flexibles, constantemente buscamos información que ratifique nuestro punto de vista. En comunicación, este insight es clave pues conlleva el desafío de diseñar estrategias que no ahonden en la polarización y modifiquen de forma sostenida comportamientos, percepciones e ideales preestablecidos. Los cambios toman tiempo.
- Por influencia social, el ser humano tiende a aceptar el criterio de los demás. Si la mayoría de la población piensa que el país va por mal camino, la sensación de incertidumbre continuará propagándose incluso en aquellas personas que no han tenido una experiencia directa con la inseguridad.
- La polarización y la poca apertura para entender al otro.
En ese sentido, los procesos de comunicación deben superar la simple difusión de información, generando dinámicas efectivas de reconocimiento, consenso y participación; es decir, entender al otro para llegar a acuerdos.