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El Telégrafo
César Montaño Galarza

El primer acto de corrupción

17 de enero de 2021

Ser candidato sin credenciales suficientes puede ser quizá el primer acto de corrupción. “Zapatero a tus zapatos”, este dicho popular da a entender que, si la persona no está preparada para asumir una responsabilidad, no debería hacerlo. La solvencia para cumplir un encargo es necesaria, requiere no solo ánimo para hacer, sino, además, conocimiento, experiencia, criterio y visión adecuadas. Muchos personajes buscan el voto popular sin más carta de presentación que su arrogancia y discurso demagógico. Al Ecuador le está pasando esto.

Sucede lo dicho porque muchos que sufren necesidades también carecen de educación y cultura política, por lo que son susceptibles de caer en las trampas de cualquier populista que con discurso calculado y emocional les dice lo que quieren oír -viene a mi mente la ahora señorita Megan-. Luego, llega la decepción con daños graves a la dignidad y libertad… y el ciclo puede repetirse.

Quien pretenda dirigir al país, ser asambleísta u otra autoridad pública electa debe asumir y practicar valores democráticos, conocer en profundidad las necesidades de la gente, con quienes la conexión será permanente, fluida y sin exclusión; necesita comprender la lógica del Estado y sus instituciones, el valor de la Constitución, los tratados y las leyes; debe rodearse de los mejores ciudadanos para trabajar eficientemente. Todo candidato debe ser consciente de que la disputa política no es como un reality show, y que la función pública es de una sola vía, para servir a la sociedad.

En “El sentido de la realidad” Isaiah Berlin sostiene que, vivir es actuar, y que actuar es, entre otras cosas, elegir, tomar posición. Como el voto popular posee el poder de transformar, es útil también para depurar la política y castigar a figuras improvisadas, puestas a dedo, ignorantes que con audacia descarada y obtusa pretenden gobernarnos. Ahora tenemos la oportunidad de tomar posición para cambiar el rumbo y nuestro destino.

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