En todo país que vive una democracia liberal se cuenta con un poder ejecutivo, legislativo y judicial. A más de estos, en el Ecuador, tenemos un esperpento llamado Consejo de Participación Ciudadana y Control Social.
Sin embargo, en nuestro país contamos con un poder ejecutivo inerme, enfrentado y bloqueado por un poder legislativo omnímodo, omnipresente y omnipotente. Atrás de este se esconden y lo sostienen el contubernio de los partidos UNES, Social Cristiano, Izquierda Democrática; a más de ellos, el movimiento indígena mariateguista; a todos se suman los brazos armados del narcotráfico de los Lobos, los de Jalisco, los Águilas, los Choneros 2, los Tiguerones y otros de la misma calaña. Todos ellos manejan el poder desde las cárceles.
Todos estos partidos, movimientos y narcotraficantes se han impuesto sobre el sistema democrático y el gobierno.
La percepción generalizada es que el gobierno carece de autoridad y liderazgo. No es raro que los ciudadanos reclamode un gobierno al estilo del presidente de El Salvador Nayib Bukele. En este, se desconoce la utilidad de los derechos humanos y de sus defensores. Se extraña líderes como León Febres Cordero...
¿Se podría comenzar a hablar de una democracia autoritaria enfrentada con una democracia liberal? Es paradójico que para mantener un estatuto democrático se requiera de prácticas autoritarias reñidas con la democracia.
Empero para ello se requiere de la presencia de un poder hegemónico liderado por un líder carismático y autoritario. En el caso de la delincuencia de la calle y de cuello blanco, la ciudadanía reclama vehementemente el ejercicio de la autoridad y el castigo ante el quebrantamiento de la ley.
¿Ante la impunidad de los beneficiarios del correísmo se demanda mano dura? ¿El gobierno ha demostrado una lucha eficiente y contundente para desarmar la estructura correísta o la ha fortalecido?
¿El gobierno se ha dado cuenta un poco tarde de que la muerte cruzada era la única manera de tener gobernabilidad en el país?
¿No será que un sano ejercicio de la fuerza se sacrificó por unespíritu democrático, paternalista y débil para acoquinarse a sí mismo?
El autoritarismo y la obediencia completa la ejerció el movimiento indígena mariateguista y una masa ambiciosa corrupta parlamentaria.