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El Telégrafo
Ramiro Canelos

El municipio de Quito y sus problemas

19 de agosto de 2021

Lo que sucede en el Municipio de Quito a propósito del proceso de remoción del exalcalde Yunda y sus triquiñuelas jurídicas prácticamente delictivas para sostenerse en el cargo, en el cual ha demostrado su clara incapacidad para estar a la altura de este, nos deja indignados y atónitos por su desfachatez política, se suma la agresión que sufrió a manos de un concejal descolocado, pálido reflejo del cuerpo edilicio, preocupados de sus propios intereses en donde destaca el ala correísta que solamente pretende desestabilizar la institución. Nunca Quito ha vivido estos vergonzosos acontecimientos. Está claro que los problemas de la ciudad no se resuelven con la salida de Yunda y la ratificación de Guarderas, sin dejar de reconocer que ello sería un paso adelante en términos institucionales, dada la necesidad de atender las urgencias cotidianas y salir de la virtual paralización en la gestión de la ciudad, es imprescindible realizar cambios profundos y estructurales a la municipalidad que consoliden su gestión en el mediano y largo plazo.

Un primer aspecto es definir un norte para la ciudad, ¿Hacia dónde la queremos llevar? ¿dónde vemos a Quito en 5, 10, 15, 20, 30 años? ¿Cuáles son sus vocaciones productivas para potencializar?  ¿Somos una ciudad de servicios? La manufactura que forma parte de su estructura económica debe innovarse y diversificarse, ¿cómo apoya el municipio en estas labores? Un segundo tema fundamental es aprobar el estatuto autonómico que le permita ir a un modelo de gestión descentralizado. Existen parroquias y barrios con mayor población que decenas de municipios del país que requieren una institucionalidad zonal con amplias competencias y autonomía. Es preciso modificar la estructura política del Concejo que hoy cuenta con un excesivo número de concejales (21), cada uno al frente de una comisión lo que fracciona y dispersa la gestión municipal tornándole caótica, ineficiente y presa del clientelismo. Es Indiscutible cambiar ­la estructura organizacional que con más de 20 mil empleados es insostenible, legado del alcalde Barrera, que, al trasladar la visión totalizadora del Estado al municipio, lo convirtió en un paquidermo institucional inoperante susceptible a la corrupción, con duplicación de funciones en varias dependencias incluidas las empresas municipales antes modelos regionales de eficiencia. De inmediata resolución es poner a funcionar el Metro de Quito, destinado a ser la columna vertebral de la movilidad ciudadana y dinamizador de la economía de la ciudad. Finalmente, es preciso luchar contra la corrupción, inserta en todos los niveles de la organización; alcalde y concejales con grillete, algo nunca visto en la capital. Menuda tarea, en la que todos debemos asumir responsabilidades, el empresariado, la academia, la sociedad civil y el municipio.

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