Publicidad

Ecuador, 26 de Diciembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Efrén Guerrero

El mundo según el rock and roll: sobre lo que no leemos.

03 de septiembre de 2022

Es probable que usted sea una excepción si está leyendo este editorial. Probablemente si lee un editorial diario al años sea básicamente un ratón de biblioteca. Y eso es un desastre para la sociedad. De acuerdo al Ministerio de Cultura y Patrimonio de acuerdo a una encuesta nacional enfocada a medir los hábitos y consumos de cultura por parte de la población tenemos un resultado patético: leemos un libro al año.

Una sociedad que no lee tiene asegurada su propia destrucción. Eso es claro. Cuando los grupos humanos abandonan los libros, el siguiente paso – que ya lo estamos viendo – es abandonar a las personas. Desde el principio de los tiempos, destruir o abandonar la lectura es el primer paso hacia abandonar o destruir humanos. Es una receta infalible de la historia.

Y peor todavía, la gran mayoría de ecuatorianos leen libros de investigación, y eso coincide con la edad escolar. Leemos poco, y lo poco que leemos lo hacemos obligado. Implica que nuestros hábitos de lectura no están basados en el placer, sino en el miedo a una sanción, o a una mala calificación escolar. Típico de nuestra vocación de hijos del yugo.

En ese contexto, deberían encenderse todas las alarmas de los encargados del ramo. Debería preguntarse a los padres, que pudieran libros en el menú cultural de sus hijos. A las escuelas, deberían preguntarse una lista mínima de lecturas que un chico debería hacer. A los colegios, que han atrapado en medio de currículos limitados las posibilidades de profesores de literatura. De sociedades que han acelerado el conocimiento al límite de proponer conocimiento con memes. Y de cada uno de nosotros, que consciente o inconscientemente relegamos el placer de la literatura por cosas más fáciles e inmediatas.

Esa estadística es peligrosa. Nos pone en el límite de la idiocracia: una democracia aparentemente formal, pero anti intelectual, anticientífica, consumista, obesa, saturada por el marketing, violenta, amante de la violencia y probablemente fácil de dominar. Porque los libros son eso: armas de libertad que aseguran el pensamiento crítico, la libertad y la concordia. Son los bloques en los que se construye una República. Nosotros, muy tontos creemos que se construye con dinero.

Y si el hipotético lector de esta columna se da cuenta que debe hacer un propósito de lectura para esta siguiente final del año, puede encontrar Por quien doblan las campanas de Ernest Hemingway y tomar el Ride the Lightning de Metallica, que aparece en su quinta canción un tema con el mismo título (For whom the bell tolls).En la novela de 1940 se cuenta cómo un grupo de soldados republicanos sufren en carne viva los horrores de la Guerra Civil española. Esta novela habla sobre Robert Jordan, el dinamitero cuya misión era volar un puente para impedir el contrataque de los franquistas. Es una novele durísima, que habla de personajes desesperanzados, que viven en medio del barro y la sangre fratricida.

James Hetfield y compañía recogieron escenas del libro y lo volvieron en 1984 una potentísima fractura de sonido. Es una de las pocas canciones que hacen que se me ponga la piel de gallina. El martilleo del tambor de doble bombo de Lars Ulrich, simplemente te deja sin palabras. La línea de bajo de Cliff Burton primero y de Jason Newsted después entrando como una cobra en tu cabeza y finalmente Kirk Hammett asfixiando a la multitud con los riffs.

Hay una escena que es perfecta y se iguala con la canción. Los protagonistas de la novela tratan de avanzar hacia el puente a destruir, y cae un bombardeo. En la canción, hay un momento en que suena: Echen un vistazo al cielo justo antes de que mueran, es la última vez que lo harán. Y tanto en las grabaciones como en los en vivo hay un silencio negro y  masivo de un par de segundos. Una cosa maravillosa. El arte imitando al arte y con el a la vida.

Este ejercicio lo pueden hacer con cientos de libros. Y con cientos de canciones. Y la verdad, ayuda mucho a poner una banda sonora a lo que lees. De corazón les suplico que leamos más. Nos alejemos de las pantallas negras que solo son un espejo retorcido de nuestra miseras, y podamos a través de la lectura tener una sociedad mejor.

Disfruten sus lecturas, y crean en el rock and roll. Nos vemos en quince días.

Contenido externo patrocinado