Desde América Latina, lamentablemente, a menudo adoptamos una visión geopolítica limitada: o bien nos consideramos el centro del mundo, usando nuestra situación como referencia para medir todo, o nos enfocamos únicamente en el Norte Global como el punto al que debemos aspirar. Este enfoque es un error que podría tener consecuencias fatales en términos de nuestra inserción estratégica en el mundo actual. Ya no vivimos en una época donde se defina una única "Primera Potencia" o un país modelo a seguir en políticas y estilo de vida. La tecnología y las redes han demostrado, especialmente después de la pandemia, que ningún lugar es absolutamente perfecto ni seguro. Cada sitio tiene sus aspectos positivos y negativos, dependiendo de la perspectiva.
Nuestra falta de atención y conocimiento hacia África se ha vuelto cada vez más evidente. En un continente habitado por mil quinientos millones de personas, encontramos una asombrosa diversidad, tanto geográfica como histórica, que desempeñará un papel fundamental en el futuro de la humanidad. Las realidades en Johannesburgo o Ciudad del Cabo son radicalmente diferentes de las que se viven en El Cairo, Nairobi, Accra o Lagos; estos nombres evocan lugares fascinantes en la geografía, llenos de misterio y aventura.
Con 54 países y más de 2000 lenguas, que van desde el árabe hasta el suajili, la diversidad de África es impresionante. Desde las cumbres nevadas del Atlas en Marruecos hasta la Costa de los Esqueletos en Namibia, conviven variadas realidades naturales y demográficas, a menudo enfrentadas a conflictos en torno a valiosos recursos naturales como las tierras raras, el cobalto, el petróleo y el coltán. Las principales economías del mundo tienen sus ojos y sus intereses puestos en estos recursos, lo que inevitablemente conlleva tensiones y conflictos.
En este momento, la atención se centra en Níger, y la situación es preocupante debido a su complejidad. Esta antigua colonia francesa, rica en recursos estratégicos, se ha visto envuelta en una serie de acontecimientos con implicaciones significativas. El General Tiani, quien se autoproclamó Jefe de Estado en la zona a finales de junio, ha derrocado al presidente Mohammed Bazoum, elegido en febrero de 2021 a través de elecciones, y lo ha detenido. Esta situación es crucial para los intereses de Francia y Estados Unidos en la región, ya que el presidente depuesto era un aliado que garantizaba presencia internacional y acceso a recursos. Es relevante destacar que aproximadamente una de cada tres bombillas en Francia se ilumina gracias al uranio extraído de Níger.
Este escenario se complica aún más debido a una oposición profunda hacia Francia y Estados Unidos en la región. De hecho, se han visto banderas rusas en manifestaciones callejeras, y Yevgueni Prigozhin, el conocido líder del grupo Wagner, ha celebrado estos eventos como una operación anticolonial. Por otro lado, se han producido recortes en la ayuda humanitaria por parte de Washington y París, mientras que los países vecinos han amenazado con recurrir a la fuerza. Todo esto ocurre en un momento cercano a procesos electorales en Estados Unidos, mientras Rusia y China libran una disputa silenciosa por el control regional. Estamos viviendo tiempos interesantes, como diría un observador pesimista.
Estos acontecimientos transcurren en relativo silencio en los medios. África es una gran ausente en nuestra comprensión de la historia y el mundo, y esta situación debe ser rectificada con urgencia. Uno de los errores más perjudiciales en nuestro mundo interconectado es no entender a los actores ni el terreno en el que juegan. En esta tierra de suma importancia se despliega una de las disputas más significativas del mundo moderno. Mantengámonos atentos.
Mi desconocimiento es tal que me veo tentado a recurrir a una canción emblemática. "África" es un megahit de Toto en 1982, incluido en su álbum "Toto IV". Es reconocida por su distintivo sonido de sintetizador y su fusión de pop, rock y elementos africanos, gracias a la creatividad de David Paich y Jeff Porcaro, los compositores de la canción. La letra narra la historia de un hombre que llega a África y debe tomar una decisión acerca de una mujer que lo busca. Como señaló Paich en una entrevista, "está enamorado del continente, pero debe marcharse si elige estar con ella". Esta canción ha sido parte de nuestras vidas, cantada y bailada, mientras que hasta ahora conocemos muy poco sobre la tierra que describe.
En resumen, mi interés es que abramos un poquito los ojos y destaquemos la importancia de comprender la complejidad y diversidad de África en el contexto geopolítico actual. Desde recursos estratégicos hasta conflictos regionales y rivalidades globales, el continente africano despliega una historia y una influencia que no debemos subestimar ni pasar por alto. Si aspiramos a una visión global completa, es esencial corregir nuestra falta de conocimiento y atención hacia África… y la verdad, eso incluye salir un poquito de nuestro enamoramiento a esa gran canción de Toto.
Crean en esto. Crean en el rock and roll. Nos leemos pronto.