El propietario de la corporación estadounidense de Facebook, WhatsApp e Instagram, Mark Zuckerberg, anunció que unificará sus marcas de redes sociales, bajo el nuevo nombre de “Meta”, que en griego significa “ir más allá de”. El objetivo es crear el mundo del “metaverso” e impulsar la economía creativa.
Como se sabe, Zuckerberg, desarrolló la base tecnológica y empresarial de las redes sociales, que introdujeron nuevas formas de relación entre los sujetos, mediados por aparatos de telecomunicación, cambiando elementos sustantivos de las culturas humanas, a escala global.
Según Zuckerberg, el metaverso permitirá hacerlo todo de manera irreal: las personas podrán crear, disfrutar, aprender, transportarse, realizar reuniones y actividades de todo tipo, incluso deportivas, todo en la dimensión virtual. Será posible trascender el mundo físico y vivir nuevas sensaciones.
Sabemos que el principal objetivo de las empresas telemáticas es ganar aún más dinero, y que para hacerlo deben crear siempre nuevas mercancías tecnológicas, consumidas como necesidad básica. Históricamente así han trabajado las empresas privadas. Sin embargo, el nivel de impacto de aquellas mercancías que alteran las formas de relación social y el lenguaje, ingresan a la peligrosa frontera donde lo humano puede ser convertido en otra cosa.
Metaverso es una apuesta que busca vender instrumentos y servicios para que los seres y las cosas de la realidad, tengan un doble o dibujo naturalista de alta fidelidad, respecto de su original; dotado además de movimiento. Esas imágenes que duplican el mundo podrían ser transportadas a nuestro cerebro por medio de extensores de nuestros sentidos, la vista y el oído, para crear la ilusión de que están presentes en nuestro entorno cercano. Para ello será necesario generar una gran base de datos mundial con la versión virtual de cada uno de los usuarios. Además, se necesitará consumir más energía impactando a la naturaleza.
La propuesta del metaverso es sofisticada en términos industriales y tecnológicos, pero fácil de entender en cuanto a sus objetivos. Si tiene resultado y la sociedad la incorpora masivamente, tendremos dentro de poco a millones encapsulados hablando con dibujos animados, convencidos que son seres vivos. Los manicomios serán una versión humana y el metaverso la versión de la deshumanización.