Antonio José de Sucre viajaba desde Bogotá hacia Quito –luego de agotadoras jornadas por evitar la fragmentación de la obra de Bolívar– para reencontrarse con su esposa e hija. El 4 de junio de 1830 fue asesinado en las montañas de Berruecos. José María Obando fue señalado como el autor intelectual del crimen.
La vida de Sucre fue una lucha continua. Fue indoblegable en la vigilancia por la probidad. Castigaba sin vacilar vicios y corruptelas; pero fue magnánimo con los adversarios vencidos. Resaltan en Sucre sus conceptos sobre el patriotismo americano, el honor, la lealtad.
En su última carta a Simón Bolívar, escrita en Bogotá el 8 de mayo de 1830, expresa: “No son palabras las que pueden fácilmente explicar los sentimientos de mi alma respecto a usted. Usted los conoce pues me conoce mucho tiempo y sabe que no es su poder sino su amistad la que me ha inspirado el más tierno afecto a su persona.
Lo conservaré, cualquiera que sea la suerte que nos quepa, y me lisonjeo que usted me conservará siempre el afecto que me ha dispensado. Sabré en todas circunstancias merecerlo. Adiós, mi general, reciba usted por gaje de mi amistad las lágrimas que me hace verter la ausencia de usted. Sea usted feliz en todas partes y en todas partes cuente con los servicios y con la gratitud de su más fiel y apasionado amigo”.
En días pasados se reunieron en Argentina los ministros de Finanzas de la Unasur. En esta cita resolvieron ampliar el Fondo Latinoamericano de Reservas y estructurar una Nueva Estrategia Financiera, como parte de los mecanismos que permitan enfrentar la nueva crisis provocada por el sistema consumista, especulador y codicioso.
Se estableció también la necesidad de incrementar los flujos comerciales al interior de la Unasur -sin descuidar las asimetrías que existen entre los países miembros- buscando la complementariedad.
Son noticias alentadoras porque se sigue construyendo, con acciones concretas, la unidad latinoamericana. El Mariscal regresa, porque los ministros de Finanzas instaron a los países miembros de la Unasur a participar más activamente del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre).
El Sucre podría convertirse -en el mediano plazo- en la nueva moneda de los miembros de Unasur y de todos los países de América Latina y el Caribe.
Usted sigue inspirando acciones de unidad en los pueblos que tanto amó y por los que tanto luchó. La América mestiza y Simón Bolívar siguen contando con sus magníficos servicios.
Muchas gracias. Sea usted bienvenido, Mariscal.