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El Telégrafo

El líder modelo

14 de julio de 2011

Así lo calificó una mujer en el Brasil a Hugo Chávez, suplicando a Dios, entre sollozos, por la pronta recuperación de su salud.

Recurramos un poco a la historia para verificar lo aseverado.

Luego de su grado de teniente coronel, inspirado en el ideario bolivariano y secundado por un movimiento de jóvenes oficiales, se sublevó el 4 de febrero de 1992 contra un régimen político corrupto. Apresado, obtuvo su libertad el 26 de marzo de 1994.

Nueve meses después, el 13 de diciembre visitó Cuba, en donde es recibido por el Presidente cubano, iniciándose una entrañable amistad.

Dirigiendo la coalición “Polo Democrático”, toma el poder en 1998.

Los cambios estructurales destinados a disminuir la pobreza y defender la soberanía nacional, realizados en corto tiempo, llevaron a la oposición a dar el golpe de Estado el 11 de abril de 2002. Al negarse a renunciar fue detenido y Pedro Carmona Estanga, presidente  de Fedecámaras, fue nombrado presidente interino.

El 13 de abril, millares de pobres y humildes salieron a las calles a exigir su regreso. Un grupo de militares leales al Gobierno apresó a Carmona. Otro rescató a Chávez y lo reinstauró nuevamente como su Presidente Constitucional, en la madrugada del 14 de abril.

El golpe de Estado proyectado por el Gobierno de los EE.UU. fracasó.

Se supo que Fidel tuvo que ver mucho en aquel logro. Al percatarse de que Chávez no había renunciado, se ingenió una estrategia para ayudarlo.

Desde entonces, el proceso de cambio se radicalizó y aceleró. Su objetivo: construir la sociedad socialista del siglo XXI. Antiimperialista, del pueblo, profundamente cristiana,  solidaria,  ética, de  distribución justa  de los ingresos petroleros. El modelo político: la democracia participativa.

Nueve años después del golpe, nadie puede objetar que la Revolución Bolivariana ha resquebrajado el neoliberalismo y elevado el nivel de vida del pueblo venezolano.

Y, en cuanto a la política exterior, es reconocido mundialmente su liderazgo como el impulsor de la Patria  Grande, la ALBA, Unasur, Celac. Además, ha sido solidario con todos los pueblos que luchan por su liberación.

Lo expresado lleva a la comprensión del porqué el anuncio por Fidel en La Habana del hallazgo cancerígeno conmovió al mundo y en especial a su pueblo, solidario con su enfermedad, que lo aclamó por su regreso.

“Ya no somos colonia, ni lo seremos jamás”, expresó en la fiesta del Bicentenario de la Independencia.

Confiamos en que las circunstancias de su enfermedad y su ética revolucionaria lo impulsarán a elevar el nivel de la conciencia política y acelerar el proyecto socialista.   

Entonces, el líder modelo podrá hacer suya la reflexión del Che: “Donde quiera que la muerte me sorprenda, bienvenida sea”.

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