Se trata de una defensa de lo público, pues desde las primeras reuniones para ubicar un nuevo hospital del Ministerio de Salud Pública (MSP), la ministra Caroline Chang, el alcalde Augusto Barrera y el Decano y un distinguido grupo de docentes de la Facultad de Medicina de la Universidad Central del Ecuador (UCE), fueron los protagonistas. El hospital debía cumplir dos requisitos: su ubicación en el norte de la capital (hacía falta un hospital allí para esa población y eventuales referencias emergentes del norte y del viejo y nuevo aeropuerto), y la segunda, que sería un hospital docente para la formación de los profesionales de la UCE con los otros dos pilares: la vinculación con la sociedad y la investigación científica. El grupo de la UCE consiguió el terreno.
Un hospital docente, además de las especialidades, requiere espacios para reuniones, clases, conferencias, talleres, presentación de casos, y otras necesidades académicas, como la investigación en sus laboratorios, sus centros de diagnóstico, tratamiento y rehabilitación. El nuevo hospital debe cumplir su misión con una ‘gestión clínica’ del MSP mancomunada con la UCE para la vinculación con la sociedad, la docencia y la investigación científica. Las dos instituciones deben enviar a formarse al personal respectivo en hospitales que mantengan el enfoque de ‘primero el paciente’ propio de la ‘gestión clínica’, como el Hospital de Clínicas de Barcelona, que es un magnífico ejemplo.
Las dos instituciones públicas emblemáticas del Estado, actuando coordinadamente, darían la respuesta más adecuada para los nuevos requerimientos de la realidad nacional. Allí se formarán los futuros profesionales del sistema público nacional de salud, de cobertura universal y sin costo, que constituyen un modelo latinoamericano.
No se trata de que las universidades privadas no tengan acceso, sino que lo hagan sobre la base de una justa proporción, pues, paradójicamente, sus estudiantes estaban accediendo, con privilegios, a los servicios públicos del MSP y el IESS, en donde varios profesionales del servicio público, contratados como docentes por las privadas, los favorecían.
El hospital docente de Calderón debe abrir sus puertas con un convenio claro y preciso entre el MSP y la UCE, para una estrecha relación de cooperación pública para su servicio. Allí se realizarán las investigaciones y las actividades académicas, en un nuevo enfoque de vinculación con la sociedad. Lo público sirviendo a lo público.