La comunidad de historiadores ecuatorianos y ecuatorianistas se mantiene vigorosa. En la última década ha realizado novísimos aportes sobre la cultura política que definió a los estados republicanos hispanoamericanos, uno de ellos, Ecuador, durante la Independencia. El tema no es sólo un asunto del pasado, sino también del presente.
Mas allá de la guerra, las independencias fueron consecuencia de hechos fortuitos (1808) enlazados con factores políticos e ideológicos. En ese marco, uno de los historiadores emblemáticos que identificó el tejido de ideas propias y prácticas revolucionarias, fue Jaime Rodríguez Ordóñez (1942-2022), guayaquileño de nacimiento, hijo de padre quiteño y madre cuencana, fallecido hace pocos días en el país de su residencia, EE.UU., ya retirado de su condición de profesor de la universidad de California, donde impartió la cátedra de Historia de América Latina. Fue también, profesor visitante de los estudios de doctorado en Historia, de la Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador. Además de su calidad académica, tenía una especial naturaleza pedagógica y humana.
Rodríguez merece un espacio y reconocimiento inmenso por sus aportes: publicó varios libros, entre los cuales está “El nacimiento de Hispanoamérica. Vicente Rocafuerte y el hispanoamericanismo. 1808-1832”. En este texto demuestra la existencia de una comunidad intelectual, que imaginó al continente político como la suma de repúblicas liberales hermanadas por la herencia histórica. Rocafuerte, de acuerdo a Jaime Rodríguez, fue uno de los hispanoamericanitas, que vio frustrarse el sueño de establecer una confederación continental.
El otro libro trascedente de Jaime Rodríguez se titula: “La revolución política durante la época de la independencia. El reino de Quito. 1808-1822”. Esta obra miró la dimensión trasatlántica de las revoluciones que se desencadenaron en occidente, entre finales del siglo XVIII y principio del XIX. Rodríguez bautizó la gran Revolución Hispana de 1812, tan importante y genuina, como la norteamericana y la francesa.
El mejor homenaje a la memoria del historiador Jaime rodríguez O., es leer su obra, para que quienes tienen mirada corta y sólo coyuntural, comprendan cómo se ha construido este gran edificio llamado Ecuador, en el contexto de Latinoamérica. Me place, querido Jaime, haber sido su alumna.