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El Telégrafo
Fabrizio Reyes De Luca

El declive de las materias primas

23 de julio de 2015

Es un hecho incontrovertible que para muchos países la comercialización de materias primas constituye una vía fundamental en la captación de las divisas necesarias para al pago de sus importaciones y de sus obligaciones financieras externas, realidad que los hace muy vulnerables frente al comportamiento de los precios en los mercados internacionales.

Se entiende por materia prima, todo bien que es producido en masa por el ser humano y del cual existen grandes cantidades disponibles en la naturaleza que pueden ser explotadas, por cuanto tiene un valor o utilidad y un muy bajo nivel de diferenciación o especialización.

Los descensos y fluctuaciones de los ingresos por exportaciones han tenido consecuencias negativas en los ingresos, inversiones y empleo en muchos países subdesarrollados. Ahora que los precios de las materias primas están en uno de sus peores momentos, conviene reflexionar sobre su impacto en las finanzas públicas.

Durante el período 2002-2008, el comercio mundial registró un notable incremento en los precios de las materias primas, fenómeno que favoreció a las economías de América Latina, especialmente a los países sudamericanos que somos grandes productores y exportadores de minerales, alimentos y combustibles.

Hace una década, Latinoamérica dirigió su mirada hacia el atractivo mercado chino y, desde entonces, las exportaciones de materias primas hacia el gigante asiático se han incrementado de forma impresionante.

Ese momento de inserción en el comercio de China se armonizó con la buena marcha de la economía mundial hasta que sobrevino la crisis económica de Estados Unidos de América en el verano de 2007 y su rápida propagación por los canales de la economía mundial, ahogándola en la ‘Gran Recesión’ de 2008 y 2009.

En la última década la demanda china de bienes y servicios ha dinamizado la capacidad exportadora regional: el cobre chileno, el hierro brasileño, la soja argentina, la carne uruguaya y nuestro petróleo han llegado a su mercado en cantidades cada vez mayores y a precios cada vez más elevados. Téngase presente que, para las economías de nuestra región, las ventas de materias primas representan cerca del 74% de las exportaciones.

Pero ha ocurrido que con la actual desaceleración de la economía china y la llegada de nuevos suministros a los mercados mundiales, el auge de las materias primas ha sufrido un declive, sus precios y su demanda han caído a niveles preocupantes.

Por eso, Jamele Rigolini, economista del Banco Mundial, fue categórico al afirmar: “Si en los próximos años los países latinoamericanos no logran diversificar sus economías y que sus empresas innoven más, aparte de crecer por debajo de sus posibilidades, dependerán de la volatilidad de los mercados externos”.

Ha llegado la hora para que nuestra América avance en la incorporación de un mayor valor agregado al procesamiento industrial de las materias primas, para depender cada vez menos de los vaivenes del comercio mundial. (O)

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