El cambio climático y la crisis energética: el doble desafío que enfrenta Ecuador

El cambio climático y la crisis energética son dos de los principales desafíos que enfrenta el Ecuador en la actualidad. Ambos fenómenos están estrechamente relacionados y tienen un impacto significativo en los campos del Poder Nacional, Político, Económico, Social, Militar y Científico- tecnológico.

"Sequías, inundaciones, temperaturas sofocantes, incendios forestales: la humanidad ha abierto las puertas del infierno, como han demostrado los horribles efectos del calor", dijo António Guterres, secretario General de la ONU en la Conferencia sobre el Cambio Climático, pidió medidas extremas para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, caso contrario "Esto tendría consecuencias catastróficas para el planeta y para la humanidad", añadió. El huracán “OTIS” que destruyó Acapulco días atrás es un ejemplo del comportamiento climático.

En este contexto, según las previsiones meteorológicas, el fenómeno de El Niño de 2023 será de intensidad moderada a fuerte. Esto significa que las precipitaciones serán más abundantes de lo normal en las regiones costeras y de estribación occidental de los Andes, ante este evento inevitable y predecible, se ha declarado la alerta amarilla para preparar acciones de prevención y mitigación, la pregunta es ¿Realmente estamos preparados? Según pronósticos tendría un impacto de 2.500 millones de dólares para la economía ecuatoriana.

Igualmente, es importante señalar que el estiaje en Ecuador se produce por la disminución de las precipitaciones durante la estación seca. Esta disminución de las precipitaciones puede deberse a factores naturales, como la variabilidad climática, o a factores antropogénicos, como el cambio climático.

Las consecuencias del estiaje en Ecuador son diversas y están a la vista. La crisis energética declarada nos ha obligado a vivir tiempos de incertidumbre, con racionamientos y apagones que impactan significativamente a la economía y seguridad del país, pero sobre todo causan Indignación a todo nivel.

Expertos en temas eléctricos, señalan al gobierno como responsable de esta crisis energética por la falta de previsión y política energética integral que permitan una planificación acorde a la demanda y oferta nacional e internacional, para solventar déficits en la generación de energía ante fenómenos naturales o antrópicos, así como también la elaboración de planes de contingencia estratégicos y operativos.

Ante esta crisis eléctrica, se han planteado numerosas alternativas que permitan la diversificación energética, autorizar al sector privado la autogeneración, acelerar la reparación de las plantas termoeléctricas y su modernización, acceso a la compra de diésel, terminación de la infraestructura de hidroeléctricas, establecimiento de tarifas diferenciadas de consumo y sobre todo, la interconexión y acuerdos con países vecinos ante situaciones emergentes energéticas. ¡Que Dios ilumine al Ecuador!