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El Telégrafo

El “Bogotazo”

08 de abril de 2011

Mañana se cumplen 63 años del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, líder del sector radical del Partido Liberal de Colombia. El cual provocó el estallido popular, conocido como el “Bogotazo”, que marcó el inicio de una nueva era en la política de su país. La de la intensificación del terrorismo de Estado, producto de la lucha tenaz entre liberales y conservadores.

Hombre sencillo y de gran sensibilidad social, Gaitán fue hijo de la profesora Manuela Ayala y el librero Eliécer Gaitán. Se doctoró en la Universidad Nacional en 1924, sustentando su tesis “Las ideas socialistas en Colombia”. Con una postura antiimperialista, combatió duramente a la United Fruit Company. En septiembre de 1929 lideró en el Congreso de la República un debate sobre el asesinato de 1.500 de sus trabajadores, conocido nacionalmente como la “Masacre de las bananeras”, lo que le valió el título de “Tribuno del pueblo”. El 24 de octubre de 1947 fue proclamado Jefe Único del Partido Liberal.

El 7 de febrero de 1948 organiza la “Marcha del silencio”, en donde pronuncia su magistral discurso “Oración por la paz”, dirigido al presidente de la República, Mariano Ospina Pérez, pidiéndole el cese de la represión. En respuesta, este nombra a Laureano Gómez, de tendencia fascista, ministro de Relaciones Exteriores, quien preside la delegación colombiana a la IX Conferencia Panamericana, inaugurada el 30 de marzo, siendo jefe de la delegación de los EE.UU. el general George Marshall, impulsor de la OTAN.

Como contraste, gracias al respaldo masivo de las clases populares, el líder liberal ganó la opción de convertirse en el Presidente de los colombianos en las elecciones de 1950.  

El 9 de abril, luego de lograr la absolución del teniente conservador Jesús Cortés, Gaitán cae herido mortalmente, falleciendo a las 2 y 5 de la tarde. Las multitudes enardecidas se lanzaron a las calles de las principales ciudades del país. Y al grito de “Mataron a Gaitán”, iban destruyendo todo objeto y persona que identificara a los victimarios de su líder.

Por circunstancias políticas de la época, testigo de los inicios de tales acontecimientos fue el joven estudiante Fidel Castro Ruz, quien once años después inicia el triunfo de la primera Revolución Socialista de América.

El crimen fue declarado Delito de Estado. El mismo que quedó en la impunidad. Solo se supo que el asesino se llamó Juan Roa Sierra. Y que fue obra de un complot político, fraguado con mucha antelación por el régimen oligárquico conservador, el Gobierno de los Estados Unidos y la cúpula de la Iglesia, que veían en el caudillo revolucionario un grave peligro para sus intereses.

El pueblo colombiano, inmerso en su largo y sangriento conflicto político, permanentemente evoca su ejemplo y, en medio de su lucha, piensa: ¡Gaitán no ha muerto! Si así fuera, ya habría triunfado la revolución social.

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