En los últimos tiempos ha tomado vuelo la historia de los conceptos. En esa línea se encuadra La Historia Olvidada del Liberalismo, de Helena Rosenblatt. El aporte viene como anillo al dedo, no solo porque explica las mutaciones del concepto desde su origen hasta la actualidad, sino porque encuadra otras nociones, tales como socialismo liberal, democracia liberal, neoliberalismo y derechos.
Rosenblatt identifica la génesis de la palabra en la liberalitas, una virtud y práctica enunciada en la época de la antigua república romana, cuyo significado se relacionaba con dar y recibir para lograr el bien común.
El liberalismo en su concepción original, no se relacionaba con nociones de libertad, democracia, derechos, libre mercado o laissez-faire (dejar hacer). Lo que era consistente con la filosofía del liberalismo era el principio de la formación y educación para el cumplimiento del deber e incluso el sacrificio para el bien general. En ese sentido el antivalor era el egoísmo y el individualismo.
El liberalismo mutó siguiendo el ritmo y los cambios de la modernidad capitalista. Las nociones del liberalismo relacionadas con la libertad, los derechos individuales y el libre mercado, son propias del siglo XIX, una época crucial del capitalismo, la formación de nuevos Estados y el desarrollo industrial e imperialista.
Rosenblatt, historiadora norteamericana, plantea también la convivencia de las nociones de liberalismo, “solidarismo” y socialismo, dentro de un mismo campo conceptual, cuando surgieron debates sobre la “cuestión social” en el siglo XIX, un momento en el cual la realidad mostraba el pauperismo causado por el avance de la tecnología y el desplazamiento de la mano de obra.
El libro es corto y ameno, pero con muchos datos y análisis. Quizás el balance general establece la relación intrínseca del liberalismo con la idea de la formación cívica moral, para la construcción de una sociedad consciente, pensante y equilibrada, guiada por el valor superior de la reciprocidad, para alcanzar el bien común. Con ese enfoque, diríase que aquellos proyectos políticos sociales que promueven como fin el mercado, el consumo y la dependencia tecnológica - instrumental, no solo que no son liberales, sino que tampoco son socialistas, en el sentido amplio y profundo de esa palabra, últimamente vaciada y operada por intereses globales capitalistas.