Convertido en todo un fenómeno literario de nuestro tiempo en Francia y sus alrededores europeos, con su pequeño gran libro que más parece un manifiesto de 32 páginas bajo el sugestivo nombre de ¡Indignez vous!, llevando a cuestas sus 93 años increíblemente vividos, Stéphane Hessel triunfó también en España con su obra que traducida al castellano, ¡Indignaos!, ha venido a estremecer al mundo hispano.
Del mismo modo que muchos años atrás lo hiciera Las venas abiertas de América Latina, del uruguayo Eduardo Galeano, que en su tiempo descubrió con lujo de detalles lo que a través de los siglos había venido sucediendo en nuestro esquilmado continente en manos de sus opresores de turno, ¡Indignaos! despertó la conciencia de los jóvenes acerca de lo que acontece en la actualidad y los movió a rechazar la sumisión a los valores económicos.
“Mi obra exhorta a los jóvenes a indignarse -explica este berlinés nacionalizado francés y radicado en París desde los 7 años-. Dice que todo buen ciudadano debe indignarse actualmente porque el mundo va mal, gobernado por unos poderes financieros que lo acaparan todo”. Y continúa: “En nuestra época… nosotros nos jugábamos la vida. Pero los jóvenes de ahora se juegan la libertad y los valores más importantes de la humanidad”.
El contenido de esta inesperada obra escrita por un anciano que se acerca al siglo de existencia, empujó a los jóvenes españoles llamados a sí mismos “los Indignados”, a protestar pacíficamente en una manifestación que parece va a continuar por un tiempo que todavía no se puede calcular, animados por la suma de miles de adultos, hombres y mujeres, todos los cuales han convertido en su biblia al libro de Hessel.
Luego del milagro sucedido en Francia con la venta de un millón y medio de su última creación literaria con marcado acento político y social, Hessel vio llover dinero en sus manos, mediante el precio de 3 euros por ejemplar de ¡Indignaos! en París y algo parecido en España, en donde causó un terremoto social al movilizar a cientos de miles de madrileños en una impresionante concentración en la Puerta del Sol de la capital española, en respuesta a la convocatoria enviada por los jóvenes desde las redes sociales.
Escritor, diplomático, espía y militante político, Stéphane Frederic Hessel fue miembro de la Resistencia Francesa durante la Segunda Guerra Mundial. Torturado por la Gestapo, sufrió reclusión en los campos de concentración de Buchenwald y Dora Mittelbau, de donde escapó para posteriormente desempeñarse como uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en 1948.