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El Telégrafo
Víctor Mendoza Andrade

El acaparamiento internacional de los suelos

16 de agosto de 2016

En el artículo anterior indicamos que, para satisfacer las necesidades de alimentación del crecimiento de la población mundial calculada para 2060, sería necesario superar en 70% la superficie actual de obtención de alimentos. Con este objetivo, no solamente se necesita de la tecnología para aumentar la productividad y el manejo de los suelos para evitar su degradación, sino también aumentar la superficie cultivada.

Con esta finalidad se ha registrado la tendencia de acaparamiento de tierras por compra o alquiler masivo que hacen los países opulentos con déficit de producción de alimentos, por escasez relativa de tierras. Estas adquisiciones las hacen, sobre todo, en los países subdesarrollados del trópico del planeta, faja donde nuestro país se localiza.

Este nuevo fenómeno de concentración del recurso natural suelo, que se suma a la problemática situación actual de la tenencia de la tierra en los países subdesarrollados -y que en el nuestro es una iniquidad histórica- se ha denominado internacionalmente ‘fenómeno de Land Grabbing’ (acaparamiento de tierras).

En mayo de 2011, Roma/Estambul, Jacques Diouf, director general de la FAO, aseguró que estas inversiones para la concentración de territorios podrían convertirse en una fuente de conflicto y que no serían sostenibles, a menos que se implementen de forma equitativa para el país contribuyente una contribución real a su crecimiento a través de la transferencia de tecnología, la creación de empleo y los ingresos añadidos.

Al respecto se informa, según The Economist (21 mayo 2009), que China ha adquirido derechos para cultivar 2,8 millones de hectáreas de palma aceitera en el Congo, y está negociando 2 millones de hectáreas más con Zambia (país centroafricano) para la producción de biodiésel.

América Latina constituye actualmente la más alta reserva de suelos agrícolas del planeta. Y no se salva de este proceso, registrándose que, a fines de 2007, Mitsui (compañía comercial transnacional japonesa) compró a Brasil 100 mil hectáreas de tierras para la producción de soya a través de su participación en Multigrain S.A., el 40% del cual está ahora en sus manos. India ha comprado plantaciones de palma en Indonesia, y está interesada en Uruguay, Paraguay y Brasil para la producción de lentejas y soya que importaría. Según la Federación Agraria Argentina, el 10% del territorio argentino está en manos de extranjeros. El terrateniente más grande del país es Benetton, con unas 900.000 hectáreas.

En Perú hay intereses por deforestar el bosque amazónico para la producción de palma aceitera para biodiésel. En la costa, la empresa norteamericana Maple adquirió cerca de 12 mil hectáreas de tierras para sembrar caña de azúcar y producir etanol en el valle del Chira. Si bien estas tierras son calificadas como eriales, para su producción necesitarán agua, globalizando el problema no resuelto de recursos hídricos en la zona fronteriza con  Ecuador, que es la que provee de agua a la región. Al respecto trataremos próximamente. (O)

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