Cuando buscamos nuevos modelos de gestión, para lograr equidad entre la “justicia” y la “misericordia”, solo nos queda invocar la “guía divina” para satisfacer esta simple ecuación que pretende eliminar los dilemas de cómo proceder, fruto de las conductas humanas. {Justicia = Ética + Moral}
Delitos graves: (Pena de muerte, por ser daños de difícil restitución) como el sicariato, narcotráfico de volumen, violación, asesinato por delitos, pornografía, fomento de la prostitución ilegal, tráfico de órganos y personas, lavado de activos, testaferrismo y terrorismo; (De 1 a 25 años por delito máximo individual y acumulación de penas por reincidencia, llegando a la cadena perpetua) en casos de caos y conmoción social, violencia familiar y de menores de edad, estafa, robo y asalto agravado con violencia repetida en tres ocasiones, narcotráfico minorista, mulas y operadores.
Delitos leves: Que son la mayoría, deben resolverse con la restitución del daño causado y servicio comunitario, tratamiento sicológico y psiquiátrico, para infractores y afectados.
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Qué hacemos con los extranjeros que cometen delitos graves, o son reincidentes de delitos leves en el Ecuador? La mayor sanción debe ser cancelar su residencia, juzgarlos inmediatamente, deportarlos a su país de origen, para que aplique la justicia y asuman los costos y control de penas. Sus bienes deben servir para resarcir los perjuicios causados; sus familiares, si son personas honorables, pueden decidir irse del país o quedarse con la condición de que deben ser monitoreados por cinco años en su conducta.
¿Qué hacemos con los nacionales que cometen delitos graves o son reincidentes de delitos leves en el Ecuador? Aplicarles las sanciones correspondientes de 1 a 25 años de prisión y, en caso de reincidencia, por tres ocasiones en cualquier delito se aplicará la acumulación de penas.
Retos históricos siguientes:
1) La modernización del sistema de justicia, con la articulación de recursos más el talento humano, plan que está en marcha.
2) Plan de reinserción social y apoyo, para los infractores de delitos y sus familias, que han cumplido con la sociedad y a los afectados y sus familias.
3) Plan de desmarketing, comunicación y educación integrando como política de estado, atacando a los mercados de consumo.
4) Plan de prevención de las nuevas enfermedades sociales y mentales, fruto de la modernidad y tecnología.