La brecha digital es tema de mucho preocupación entre los académicos. Mientras unos pocos estudiantes tienen excelentes conexiones a Internet en las principales ciudades la gran mayoría tiene poca conexión. En algunos profesores hay verdadera desesperación sobre la dificultad de llegar a los alumnos y están atentos a lo que está haciendo el gobierno con respecto al aprendizaje en línea. Al fin y al cabo sólo el 45,5 por ciento de los hogares tienen acceso a Internet, según la Encuesta Multipropósito Tecnologías de la Información y Comunicación 2019, que publicó el mes pasado del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Y por supuesto, las ciudades más grandes están provistas y dentro de ellas especialmente las personas que pueden pagar el acceso a internet de alta velocidad, pero en la periferia, en los municipios más pequeños o en las áreas rurales, es bastante pobre o inexistente. Para la mayoría de los estudiantes ecuatorianos, entonces, el aprendizaje en línea no ocurrirá si las circunstancias continúan como están ahora.
Pero además, tener acceso al Internet o wifi no es suficiente. El ancho de banda puede variar e influye en cuanto a la posibilidad de poder compartir textos, gráficos y audio -que en los niveles menores se puede hacer- , pero se necesitan cinco veces mayor capacidad para captar videos. Por ello, idealmente el profesor debe diseñar sus cursos para el menor ancho de banda para llegar a la mayoría de los estudiantes que con seguridad tendrán solamente acceso a ese nivel. En ese caso debe olvidarse de Zoom, transmisión de videos o de diapositivas de PowerPoint con gráficos de buena calidad.
Aunque los estudiantes tengan cobertura, el aprendizaje en línea requiere más tiempo en línea que el de recibir clases. De otra manera, ¿cómo se hace la investigación? .
Antes de la pandemia las universidades destinaban ingentes recursos en proveer acceso a computadora e internet en los campus. Ahora el profesor se ve obligado a diseñar actividades que puedan hacerse también sin conexión, por ejemplo, leer libros de texto o hacer ejercicios sobre programas de la TV nacional, o de la radio.
La Corporación Nacional de Telecomunicaciones CNT ha empezado a hacer la la entrega de planes móviles y modems a la población más necesitada y ha reiterado su compromiso por entregar a la comunidad estudiantil conectividad a precios accesibles. Estas acciones son especialemente importantes para conectar a los estudiantes de la periferia de las ciudades y de provincia. Por otro lado, el Ministerio de Telecomunicaciones informó hace dos meses se colocarían puntos wifi en infocentros de parroquias de las regiones Costa y Galápagos, lo mismo que ofertarían planes de datos de 2 GB mensuales, para que los estudiantes pudieran acceder a la plataforma del Ministerio de Educación.
Pero las brechas de conectividad son mucho menos importantes que los métodos de enseñanza que utilizamos. En otras palabras, existen oportunidades para los profesores en cuanto a sustituír de una forma de enseñanza presencial por otra en línea sin que se produzca una pérdida de efectividad en el aprendizaje, siempre que el medio de reemplazo esté bien diseñado.
A medida que escuelas, colegios y universidades se ven obligados a incorporar programas de aprendizaje en línea en su plan de estudios, es importante también para los profesores reflexionar sobre las destrezas que deben desarrollar. Esta nueva forma de entregar contenidos influye necesariamente en un cambio de enfoque de la enseñanza que debe centrarse en el alumno, lo que se traduce en que la planificación debe ser minuciosa para una exitosa ejecución de la práctica docente.
Además de preocuparse por la conectividad, el docente tiene la oportunidad de reflexionar sobre su práctica, cuestionar sus metas y objetivos de enseñanza, crear la estructura y andamiaje para que sus estudiantes aprendan a aprender. Para ello la clave está en planificar y diseñar sus cursos de tal manera que se pueda maximizar el tiempo de clase y lograr que se produzca el aprendizaje.
La brecha digital, la calidad y capacidad de la conexión, el tiempo en línea, las actividades de aprendizaje sin conexión, los esfuerzos estatales para dar mayor accesibilidad, los métodos de entrega. Lo cierto es que la educación no ha sido nunca un tema sencillo.