En buena hora, el IEPI se reunió, la semana anterior, con la Asociación de Comerciantes de Productos Audiovisuales, Asecopac, y, en principio, acordaron iniciar un proceso de diálogo para “plantear alternativas que permitan un verdadero acceso de los sectores populares a la cultura, a precios razonables”. El IEPI se comprometió a estudiar las propuestas de Asecopac, para “con los participantes en el proceso, plantear reformas a la Ley de Propiedad Intelectual vigente, ajustándola a la dinámica social nacional”. Este hecho sin duda marca una nueva ruta para encontrar una solución acorde con los tiempos que vivimos.
Son todos los sectores los que deben cumplir con la ley: estaciones de radio, de televisión, hoteles y restaurantes, casinos, transporte público (taxis, interprovinciales, etc.), y espectáculos públicos. Las entidades de gestión también deben cumplir con su deber y hacer que esas recaudaciones lleguen a los autores y compositores.
Los artistas nacionales no viven ya de las ventas de CD (en Ecuador las de música disminuyeron en más del 258% en relación a 2005), viven de los conciertos. El éxito de los cantantes (sobre todo de tecnocumbia y rocolera) está directamente vinculado a que sus CD estén de venta en las calles. Así tienen más contratos para presentaciones.
Las ventas digitales, de las que sí viven los grandes artistas del mundo, son enormes. Lady Gaga, por una sola canción (Poker Face) ganó, en 2009, 9,8 millones de dólares. Son entonces, las descargas digitales (Internet, celular, etc.) las que deben ya incorporarse a las leyes nacionales.
Deben proponerse respuestas creativas e innovadoras para también facilitar el acceso a los productos culturales.
Pero en el caso de la música, no solo se trata de terminar con las reproducciones ilegales y reconocer los derechos autorales, sino que se trata también de fomentar la industria de la música. En esto, el Estado debe jugar un rol protagónico, de otro modo continuaremos con la inexistencia del Ecuador cultural. Todo esfuerzo individual será inútil. ¿No valdría la pena, entonces, retomar la propuesta del entonces ministro de Cultura, Galo Mora? El ahora secretario de PAIS planteaba la creación de un fondo de fomento a la música nacional, y la incorporación de todos los sectores y actores; compositores, intérpretes, productores, estudios de grabación, editores, etc., y por supuesto medios de comunicación, ya que la promoción y difusión es clave en esta cadena cultural.