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El Telégrafo
Rosalía Arteaga Serrano

Eco-ansiedad

22 de marzo de 2022

Es evidente que las preocupaciones que tenemos tanto niños como personas adultas en los tiempos actuales son diversas en relación con las que tenían las anteriores generaciones, e inclusive a las que teníamos nosotros mismos cuando éramos niños.

 

Uno de los temas que alcanza preponderancia y que se menciona de manera repetitiva, es el que tiene que ver con el cambio climático, esa preocupación por aspectos como la contaminación ambiental, como el futuro del planeta, el alza del nivel de los mares, las alteraciones que se producen en el clima, el qué hacer con la basura, la invasión de los plásticos, la contaminación de los mares, la escasez de agua limpia, el agostamiento de los suelos….

 

Esa preocupación que se ve acentuada con la lectura o conocimiento de lo que ocurre en diversos lugares del planeta, está produciendo, sobre todo entre los más jóvenes, aquello que ha dado en llamarse “eco-ansiedad”. Ese fenómeno psicológico que ha empezado a preocupar a los psicólogos, más aún cuando se trata de la salud mental de los más niños.

 

Por supuesto que es normal y también encomiable estar implicados con lo que pasa en nuestro planeta, pero la patología de una ansiedad excesiva puede influir en patrones de comportamiento, afectar al sueño, inducir a un fatalismo que, en lugar de aportar con soluciones, ocasiona una angustia severa, paralizante o también puede inducir a actitudes beligerantes hacia los demás.

 

En este sentido, vale la pena adoptar ciertas actitudes que pasan por la información y acompañamiento adecuados para desentrañar problemas y apuntar a soluciones, demostrarles que, hasta en las peores circunstancias, debemos mantener la esperanza y también inducirles a implicarse en iniciativas que tienen que ver con la defensa del ambiente y la sustentabilidad.

 

Todos tenemos una dosis de ansiedad y estrés en nuestras vidas, por diversas razones, esto no quiere decir que desarrollemos patologías. Y aunque el cambio climático es una realidad, debemos canalizar nuestras energías hacia iniciativas

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