A finales de cada año es común hacer inventarios, análisis, comparaciones entre lo ocurrido antes y lo que ha significado, sobre todo desde el punto de vista económico, el accionar de los diferentes indicadores, en cuanto al desempeño de un país se trata.
En el caso ecuatoriano, las preocupaciones vienen dadas fundamentalmente por lo que ocurre en la economía, en la que se siente la herencia gravitante de la desastrosa administración correísta de 10 años y la lentitud en la toma de las decisiones que puedan marcar los correctivos necesarios.
Las exportaciones, de las que vive el país, tienen que ver con la capacidad de explorar y explotar los recursos petroleros, en cuyos resultados se basa buena parte de la economía del país, pero también se pretende buscar balances con otros productos en los que hemos sido tradicionalmente buenos como banano, cacao, camarón y otros no tradicionales, a los que hay que poner más empeño para alcanzar la tan anhelada diversificación de las exportaciones.
Es sabido, desde siempre, que no se pueden poner todos los huevos en el mismo canasto, so pena de enfrentar crisis cíclicas; pero en la mayor parte de los casos no pasamos de los meros enunciados teóricos y seguimos con prácticas que desincentivan la producción y la capacidad exportadora de muchos. La idea es no solamente exportar la materia prima, muchas veces codiciada por los países desarrollados, sino dotarle de valor añadido, como lo que viene haciendo la industria cacaotera y chocolatera en los últimos años.
De igual manera, si ponemos el énfasis suficiente, se podrán exportar servicios como los de software, que en algún momento le dieron réditos al país y que, siguiendo el ejemplo de países que hasta hace muy poco no tenían una relevancia en estos campos, tienen un efecto transformador en las economías.
Diversificar es la clave, no apostarle siempre a los mismos productos, ni tampoco conformarnos con los mercados a los que tradicionalmente hemos llegado, sino pensar en las ventajas competitivas que como país ecuatorial, tropical, andino, amazónico tenemos para expandir nuestros mercados y relaciones. (O)