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El Telégrafo
Ramiro Díez

HISTORIAS DE LA VIDA Y DEL AJEDREZ

Dinero y matrimonio. Buenas y malas noticias.

30 de junio de 2016

Las mujeres solteras son una novedad del siglo XX. Antes era inconcebible que una mujer no asumiera el papel de reproductora de los genes del macho. Pero los hombres siempre estábamos en guerras, en conquista de nuevos territorios, matándonos, muriendo, y sobraban mujeres que, si no se casaban, tenían que entrar a un convento para no ser sospechosas de brujería u otras cosas peores.

Era norma que la primera en casarse en una casa, fuera la hija mayor. Y después las otras, en orden de edad. Pero si el primer matrimonio era de una hija menor, las mayores estaban obligadas a hacerse monjas. Aunque el ingreso a los monasterios no era gratis. Había que pagar sumas importantes a las comunidades religiosas para ser aceptadas. El matrimonio de la hija menor significaba, en muchos casos, la ruina de la familia.

Esto fue un gran negocio para más de un pillastre que se acercaba, con astutas intenciones, de manera amorosa a la hija menor. En ese caso, los padres optaban por ahorrarse los gastos del convento de las otras hermanas, y ofrecían dinero al interesado para que aceptara casarse con la mayor. De allí vino la costumbre de la dote, que el novio recibía en tierras, ganado o dinero. Inclusive se pagaba en cuotas, a lo largo de muchos años.

A veces sucedía lo contrario: En otras culturas poligámicas, si la novia era muy rica, los hombres pagaban dinero. Y no es raro en estos días: en el año 2000, Godwin Kipkemoi, un periodista de Kenia le ofreció a Bill Clinton 40 cabras y 20 vacas por su hija en matrimonio. La respuesta fue: "Mi hija Chelsea es muy independiente. De todas formas, le voy a transmitir su amable oferta." El periodista insistió: “Ya estoy casado, pero no es problema. En Kenia la poligamia es legal. Mi otra esposa no tiene problemas con eso.”

Pero si usted no tiene tantas cabras, y necesita dinero, esta buena noticia: En Hong Kong, Cecil Chao, un multimillonario, ofrece 128 millones de dólares a quien se case con Gigi, su hija lesbiana, y logre “enderezarla.” Se han contado algunos millones de pretendientes.

Gigi le envió una carta al magnate: “Querido Papá: Perdono que no me entiendas. No te preocupes. No te imaginas lo feliz que soy. Te quiero mucho.”

Y ahora la mala noticia: Después de leer la carta, el multimillonario retiró la oferta. Así que, parafraseando al poeta, “todo nos llega tarde”, inclusive las buenas oportunidades laborales.

En ajedrez, con las damas, también es ahora o nunca:

Díez, Ecuador, Siew, Malasia:

                                                             1: …Dd4 +

                                                             2: Df2; Th1 +, y el negro toma la dama.

Izquierda: Gigi Chao. Oferta de 128 millones por “enderezarla”. Centro: Godwin Kipkemoi, periodista que ofreció 40 cabras y 20 vacas por la hija de Clinton. Der: Los Clinton, que no se dejaron seducir por la oferta del periodista.
Fotos: Internet
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