En el paraninfo de la Universidad de Salamanca, que inicia así los festejos de sus 800 años, se presentó hace un mes el monumental Diccionario Panhispánico del Español Jurídico –dos volúmenes de pasta dura con un total de 2.135 páginas–, coeditado por la Real Academia Española, la Cumbre Judicial Iberoamericana y el Consejo General del Poder Judicial, bajo el sello de Santillana.
El DPEJ es el resultado del trabajo mancomunado de más de 400 juristas y lexicógrafos de América y España, que hemos recogido los términos jurídicos de uso general en el español de ambas orillas del Atlántico y las palabras que se utilizan en el vocabulario jurídico específico de cada uno de los países, con el propósito de registrar el habla forense actual, al tiempo de enriquecerla con los vocablos de otras latitudes hispanohablantes.
Por convocatoria de Karina Peralta, vocal del Consejo de la Judicatura, un equipo integrado por Susana Cordero, directora de la Academia Ecuatoriana de la Lengua; Armando Bermeo, expresidente de la Corte Suprema de Justicia; Pablo Tinajero, juez de la Corte Nacional de Justicia; Fabián Corral, académico y jurista; Efrén Guerrero, subdecano de la Facultad de Jurisprudencia de la PUCE; y quien escribe esta columna, en mi calidad de decano de la misma entidad, además de otros jueces y catedráticos y el eficiente personal de apoyo del Consejo de la Judicatura, contribuyeron a este gigantesco empeño, incorporando una multitud de voces propias del lenguaje jurídico ecuatoriano.
Codeándose con viejas instituciones heredadas de Las Siete Partidas, encontrará el lector en el DPEJ, por ejemplo, al chasqui judicial, esforzado asistente del abogado; al castizo animal bravío del Código Civil. Además, a los derechos de la naturaleza, el inefable Sumak Kawsay -Buen Vivir- y la acción extraordinaria de protección de la Constitución; y otras palabras que hacen del Diccionario Panhispánico una herramienta de uso indispensable en el foro y en la academia, así como una fuente de abundante saber jurídico, pero también de riqueza literaria. (O)