Que Auki Tituaña aspire a un gran frente político con Joyce de Ginatta es tan legítimo si la política solo fuese cuestión de sumar, pero desdice todo un discurso indigenista en contra del modelo capitalista que simboliza la empresaria guayaquileña, quien se autocalifica como la madre de la dolarización.
Y esto ocurre porque la crisis del movimiento indígena no es de ahora, y mucho más: se da por la entrada en la política de varias de sus figuras sin cuestionar, desde allí, la estructura del sistema que los colonizó, sometió, discriminó y hasta asesinó. Al contrario, muchas de las palabras de ciertos dirigentes suenan a: “Que el capitalismo nos coja bendecidos”.
Entonces cabe la pregunta, para Tituaña y para la dirigencia indígena en general, ¿basta con sostener el modelo, desde cierto fundamentalismo, para tan solo hacer más llevadera la vida de los pueblos? ¿Que las comunidades indígenas se beneficien de la minería y el petróleo ya las saca del modelo y las coloca en determinado bienestar? ¿Cuando Salvador Quishpe organiza la cámara de la minería en Zamora revela qué mismo quiere con el producto de esa actividad extractivista?
No se entiende por qué lo declaran traidor a Ricardo Ulcuango y no a Tituaña, si el primero se va a Bolivia y el segundo quiere una alianza con Ginatta, Guillermo Lasso y César Montúfar. De las evidencias, la Conaie y Pachakutik hicieron campaña por el Sí, mientras los antes mencionados votaron por el No.
Si el propósito es hacer un frente anti-Rafael Correa, Tituaña ha revelado todo: no es un proyecto de izquierdas el que va a derrotar al Movimiento PAIS, es la derecha camuflada en ciertos rostros y supuestas tesis. Y por lo mismo, ese frente no aspira a cambiar al Ecuador a favor de los más pobres. ¿Si no qué propuesta alternativa pueden exhibir Ginatta y Lasso, que no sea la de una salida democrática al actual rumbo del Ecuador, pero para sostener el espíritu, la estructura y hasta la cultura de dominación capitalista que hasta la cuestionan los grandes economistas y filósofos contemporáneos en todas partes?
Tituaña dice que la derecha está en el actual Gobierno, pero no reconoce que las políticas que se aplican y los cambios que ocurren también son actos de esa supuesta derecha dentro del actual régimen, les guste o no.
Presiento que el proceso de descolonización, que ha costado mucho esfuerzo y hasta vidas en el Ecuador, no ha
tocado aún la estructura ideológica de ciertos políticos indígenas.
¿Ellos traducen indigenismo bajo el mismo esquema colonial, reproducen ciertas prácticas y sostienen el discurso, pero para perennizarlo a su favor y no para su eliminación definitiva?