De repente despertamos y todo cambió; el nuevo eje del mundo es un virus que pone en evidencia nuestra fragilidad y muestra que la vulnerabilidad o mortalidad no son democráticas, sino que dependen del estatus social.
Se avecina un momento complejo en el contexto de que mantendremos las actividades laborales y educativas a distancia; esta última refleja algunas carencias y descontextualiza el contacto en las aulas; imaginemos la educación vía Zoom u otras plataformas, sin recreos, ni contacto directo con docentes y compañeros; la interacción social sufrirá cambios. Eventualidad que aún no sabemos cómo enfrentar.
Ya se toman decisiones de reducción de la jornada laboral y, consecuentemente, reducción del salario, el poder adquisitivo está golpeado. El teletrabajo planteado como alternativa no es la panacea para médicos, choferes, personal de seguridad, limpieza, vendedores u otros. Nada será lo mismo después de la epidemia; alejamiento social, mascarilla y lavado de manos serán la nueva norma, hasta que aparezca la vacuna.
Debemos empezar a ser pragmáticos y romper los paradigmas; está en juego la seguridad de la sociedad, la indolente corrupción y el miedo; sin embargo, habrá que tener mucho cuidado con la manipulación política de la nueva realidad.
Los líderes tienen ahora la oportunidad de forzar decisiones convenientes por encima de sus propias agendas a partir de realidades y no de percepciones. Como lo definía Perroux será oportuna, “[…] la combinación de cambios mentales y sociales de una población […]”. Los más resilientes serán los que marquen las tendencias; hará falta transformar hábitos, valores, patrones de conducta, reorientar intereses, que configuran los estilos de vida de individuos e instituciones.
De acuerdo con Byung-Chul Han, “Sobrevivir es algo absoluto […]”. Olvidarse de los eslabones sociales a los que pertenecen ciudadanos del mundo frívolos, movidos por el consumismo y el egoísmo puro. Ha sido una etapa de catarsis donde todos hemos perdido algo (familiares, salud, ahorros, clientes, proyectos, empleo, etc), antecedentes que deberían servir para cambiar de fondo. Es tiempo de prepararse para los meses que vienen en materia de salud, empleo y economía; debemos co-construir algunas alternativas que ayuden a encuadrar en este contexto inusual e impredecible. (O)