Apropósito de mi artículo titulado “Inversión extranjera”, recibí con beneplácito algunos comentarios de lectores de este prestigioso diario. A continuación citaré algunos mensajes enviados por un compatriota residente en el exterior que me impresionaron gratamente, quien, entre otras cosas, me comentó: “Comparto con el presidente Correa en lograr acuerdos de comercio para el desarrollo y no tratados de libre comercio, que no son tales. Debemos considerar también la poca visión de nuestros empresarios, pues en el país, en este momento, existen los recursos vía créditos públicos y privados de fácil acceso y condiciones favorables, el mercado se ha expandido por el crecimiento exponencial del PIB ecuatoriano, pero nuestros empresarios no crean nada, importan poca tecnología, quizás importan franquicias, pero no crean nada nuevo. El país con capital propio está haciendo grandes proyectos de infraestructura, son nuestros empresarios los que no avanzan. Los inversionistas serios se darán cuenta de que el país tiene todo para desarrollarse y generar riqueza a los inversionistas. Veo como ventaja comparativa que, con el tiempo, el país estará en capacidad de ofrecer energías baratas, seremos autosuficientes en energías. Dígame usted, Fabrizio, cómo se puede captar inversión extranjera objetiva para el país, en qué áreas que no sean la de los recursos naturales donde nosotros como país tengamos ventajas comparativas con nuestros vecinos”. Ante su pregunta, yo contesté: “Apreciado lector, mi artículo estaba encaminado a exhortar a nuestros diplomáticos a trabajar en beneficio de nuestra nación captando nuevas inversiones, el Ecuador necesita la llegada de empresarios que brinden sus conocimientos y experiencias, por ejemplo en el sector servicios, necesitamos aprender mucho, para que nuestro país se convierta en un destino turístico apetecido, como lo son naciones como Italia y Francia, que reciben anualmente más de 50 millones de turistas que dejan muchas divisas. Tenemos un territorio con paisajes muy diversos con varios microclimas, que lo hace rico en fauna y flora. Además, necesitamos inversión en tecnología; para citar otro ejemplo, ¿por qué no establecemos zonas francas tecnológicas? Luego nos tocará aprender y crear nuevas industrias para elaborar nuevos productos de exportación con mayor valor agregado.
Así lo entendieron los chinos, que han abierto su mercado a la inversión foránea, logrando sacar de la economía informal a casi 500 millones de personas, en gran medida por la llegada de grandes capitales dentro de un marco regulatorio claro”.
En conclusión, soy optimista y reconozco la enorme obra pública realizada en infraestructuras básicas por el presidente Correa, como son: la reparación de la red vial, las construcciones de nuevas centrales eléctricas y la Refinería del Pacífico.
Créanme que me reconforta debatir con gente ilustrada, mentes preclaras necesita nuestra patria. Ha llegado la hora del diálogo para lograr acuerdos y salir del subdesarrollo.