Si usted se prepara para viajar a España, haría bien en adoptar una actitud solidaria y comprensiva de la realidad de crisis que la afecta, por lo menos en cuanto a Madrid, ciudad que ostenta tanta opulencia, belleza y riqueza de vida cultural, pero donde el número de personas sin techo ha venido aumentando dramáticamente y ahora viven en la calle, convertidos en mendigos que tienden la mano, muchos de ellos advirtiendo que es para poder comer.
Si Ud. es uno de quienes creen que quien tiene más que otros, es porque se lo merece, porque es más trabajador, más capaz, y en consecuencia desprecia al pobre, considerándolo culpable de serlo, lo pasará muy mal. Y peor ante la ola de robos de que son víctimas en particular los turistas. Además, se verá incomodado por las constantes manifestaciones de los “indignados” que se rebelan contra este estado de cosas, y contra la manera como los políticos están enfrentando la crisis neoliberal.
Tenga en cuenta que la Cruz Roja, que atiende a dos millones de personas al año, acaba de hacer el primer llamamiento de su historia de ayuda en España con la campaña “Ahora + que nunca”, para atender a 300.000 personas más, en situación de extrema vulnerabilidad, afectadas por la crisis económica. El 82% de las personas que atiende vive por debajo del umbral de la pobreza y la tasa de paro se sitúa en el 64,86%. La mitad de los desempleados asistidos por la Cruz Roja lleva más de dos años sin trabajo.
El sábado 6 de octubre tuvo lugar una amplia movilización hacia la plaza Puerta del Sol, en protesta por el desmantelamiento de los servicios públicos. El caos vehicular fue prolongado. De la plaza Cibeles salió hacia esta plaza uno de los 4 grupos que confluían allí desde otras partes de la ciudad. Se repartió una hoja explicativa de la gran mentira que el poder político y económico difunde pretendiendo que los ajustes presupuestarios y el desmantelamiento de los servicios públicos (sanidad, educación servicio sociales y transportes) “son la consecuencia inevitable de la crisis y de su insostenibilidad”.
Las manifestaciones sirven para desenmascarar tales mentiras y hacer conocer entre otras corrupciones, la gran fuga de capitales de “patriotas españoles” hacia paraísos fiscales (más del 20% del PIB en un año); los fraudes fiscales de empresas y fortunas, estimados en 90.0000 millones de euros al año; y la dimensión de los millones de trabajadores sin empleo.
Consecuencia de la crisis neoliberal, incapaz de dar empleo y cuya solución se busca en medidas monetaristas con salvataje para los bancos, no para los trabajadores.