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El Telégrafo
José Gonzalo Bonilla

Daniel Noboa, con el correísmo ni a la esquina

02 de noviembre de 2023

Daniel Noboa llega a la presidencia con el regreso de la derecha al continente: la izquierda de Gustavo Petro en franca retirada de Colombia; Boric en Chile, disminuido en su dosis de izquierdismo parlamentario; Javier Milei, como representante de una derecha radical extrema, a punto de restar espacio de poder al peronismo histórico, y el dictador Maduro, puesto contra las cuerdas para celebrar elecciones libres y transparentes en Venezuela. 

En el contexto latinoamericano descrito, Daniel Noboa puede sumarse a los vientos de cambio de la derecha. Sin embargo, en lo nacional, tiene un desafío colosal. Estrena su mandato enfrentando una ola de violencia e inseguridad producto de la delincuencia común y el narcotráfico. No es gratuito que Ecuador se halla disputando el primer puesto como el país más violento de región.

El Ecuador se convirtió en la principal plataforma de almacenamiento y distribución de drogas del continente. El gobierno de Correa fue permisivo con el ingreso de los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. Confirmo mi aserto recordando que fue el coronel Mario Pazmiño quien denunció ante el presidente Correa la presencia de estos cárteles en el Ecuador. Como respuesta obtuvo el desmantelamiento de la estructura de investigación. Se sumó el aumento de jueces laxos con el narcotráfico temerario; desactivación de la base de Manta; radares inservibles con sobreprecio; unidades de análisis financiero ciegas; ministros de Estado que se prestaron como maestros de ceremonias matrimoniales de narcotraficantes internacionales; códigos penales ambiguos y, por si fuera poco, álbumes de fotos de las principales autoridades políticas posando con narcotraficantes. 

Con estos antecedentes no es gratuito que el Ecuador haya migrado de ser un país de tránsito de alcaloides a convertirse en una de las principales plataformas de almacenamiento y tráfico de drogas de Latinoamérica. 

Nadie podrá negar que este proceso se inició en el gobierno de la Revolución Ciudadana potenciando el aparecimiento de la violencia, la inseguridad y la multiplicación de las bandas criminales protegidas y coordinadas desde los centros penitenciarios con el aval del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).

El presidente electo, en su afán de ser reelecto, deberá iniciar su mandato dentro del primer trimestre dando muestras concretas y efectivas en materia de seguridad. Esto aliviará las presiones sociales y políticas que su electorado espera. 

Pero, si, por el contrario, inicia su mandato realizando alianzas con la partidocracia que fundó el estado de inseguridad que vive el Ecuador, pondrá en riesgo la estabilidad de su régimen y por supuesto la posibilidad de su reelección. Debe estar consciente que los gobiernos que han hecho alianzas bajo la mesa con el correísmo tuvieron que renunciar al ejercicio del poder.

No debe repetir el error de pensar que llegó al poder gracias a su propia estructura. La estrecha distancia obtenida para la presidencia, la obtuvo gracias al voto anticorreísta. Fue la sierra centro, de mayor presencia indígena, la que estuvo sosteniendo su victoria. Y esto, al mismo tiempo, significa la derrota de ese binomio indígena maoísta que representa el líder Leonidas Iza en alianza con el correísmo.

Por ello, presidente Daniel Noboa, con el correísmo ni a la esquina.

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