Uno de cada tres habitantes del país vive en Quito o Guayaquil. Los unos cruzan los dedos para que el novel alcalde no resulte tan distraído como el anterior y los otros todavía debaten si el legado de los patriarcas está bien custodiado. Tres exmandatarios de este período democrático (Sixto, Bucaram y Mahuad) salieron de los municipios y ese espejismo de una posible catapulta a Carondelet perjudicó a Quito con Paco Moncayo y Mauricio Rodas.
Guayaquil se benefició de un expresidente que buscaba su lugar en el mundo y de un excandidato que se había despechado de la carrera presidencial. La pregunta es si Cynthia Viteri está enfocada o si sigue pensando en la presidencia como hace dos años; y la respuesta es que sí, porque el proyecto presidencial le pertenece a Nebot. Viteri y Jorge Yunda llegan a sus primeros 100 días de gestión con suertes dispares. La alcaldesa navega con viento a favor y el burgomaestre quiteño rema en la tormenta.
Al igual que Rodas, Yunda se rodeó de técnicos, pero para evitar su deserción debe mostrar que es capaz de ser ejecutivo y concentrarse en los temas urgentes. Y lo de la Reina de Quito, la Plaza Belmonte y los perritos regalados son distracciones. El pico y placa extendido para reparar las calles es un examen temprano que necesita aprobar con buenas calificaciones.
Su sombra es Gustavo Herdoíza, el radiodifusor exitoso que fundó Radio Tarqui pero que tuvo un paso tropezado por el municipio. Yunda es un huérfano político, pero debería estar en capacidad de ofrecer una mejor administración que la de Rodas.
Mientras tanto, Viteri tiene un apellido partidista que intimida. Alzó la voz y la ministra Romo se allanó. Esta administración tiene un escenario similar al de Nebot en sus primeros años. Todo, o casi todo lo que pida, tendrá una respuesta positiva del gobierno.
Además del linaje tiene un equipo musculoso, los votos en el Concejo Municipal y una ciudad encarrilada. Sería muy difícil que arruine su gestión, pero su intención no es mantener el modelo sino robustecerlo. Pasó varias semanas encerrada en el despacho estudiando y poniéndose al día antes de tomar las riendas de la ciudad con las dos manos.
Idealmente ambos alcaldes deberían sacar ventaja de una tregua política inédita en más de una década. (O)