En Europa, particularmente en España y específicamente en Galicia, el agua y sus diferentes usos han sido elevados a una cultura impulsada decididamente por los entes gubernamentales que apoyan al sector privado como el principal proveedor de conocimiento para las diferentes formas de emplear el recurso más allá del vital.
Muchas de sus aplicaciones estéticas pueden reemplazar varios tipos de cirugías plásticas evitando obviamente los riesgos y costos que estas conllevan.
El uso terapéutico del agua cura infinidad de dolencias no solo de adultos mayores, sino de jóvenes, por ejemplo, el acné puede ser eliminado con agua termal con solo rociarla en el rostro varias veces al día, no en casa claro está, sino donde está la fuente de agua, es decir en el balneario, palabra que se debe usar para sitios donde hay agua termal, los otros que utilizan agua no termal pueden ser llamados spas.
De ahí la importancia del termalismo que genera turistas de largo aliento, pues nadie se cura en una noche, más bien los tratamientos suelen durar entre 7 y 14 días. Por ello el termalismo también es valorado como elemento desestacionador.
Un destino termal no debería estar esperanzado en la temporada alta, al contrario, debe administrar correctamente sus recursos termales en función de la capacidad y terapias instaladas.
El agua tiene muchos usos médicos, los estudios científicos cada día agregan más enfermedades que pueden curarse a través del termalismo.
Las estadísticas dicen que las personas de la tercera edad que practican termalismo a través de la hidrología médica disminuyen en 32% el uso de medicamentos, lo que se traduce en muchas docenas de millones de ahorro en salud pública, además de mejorar sustancialmente la calidad de vida de los adultos mayores y de sus familias.
Ni siquiera la ONU tiene estudios sobre el uso medicinal del agua y se legisla en función de su uso no según su tipo. La geología médica recomienda estar junto a las cascadas. Los componentes bioactivos e hidroquímicos son diferentes en cada agua y eso de “agua pura” es un eufemismo, sus propiedades mineromedicinales varían según la hidrodiversidad de una región, y más en nuestro país donde las diferencias geográficas se dan en cuestión de minutos, por ello tenemos más fuentes termales que en Brasil, donde se hacen inversiones millonarias en los destinos termales, tal como se hace en Europa en investigación para elaborar cada vez más productos para la salud derivados del agua dulce y salada, que es otro gran capítulo médico. La sanación con agua y elementos marinos o talasoterapia, que en playas limpias y bien cuidadas podría generar millones de dólares y de personas sanas.
En España el termalismo es parte de la salud pública y es el médico hidrólogo el que receta tratamientos termales. Mucho se debe hablar sobre termalismo, sobre la sanación y el buen vivir a través del agua como parte fundamental de la salud pública, esto es apenas una gota de agua que recogí en Termatalia, el principal evento termal del mundo que se da en la ciudad de Orense, en Galicia, donde el agua es un elemento transversal de su economía y principal atractivo turístico. (O)