No debería pasar ignorado uno de los mejores artículos del teólogo brasileño Leonardo Boff, que bajo el título de esta columna difundió ALAI-América Latina, 24/06/2011.
Boff sostiene valientemente que la crisis actual del capitalismo es más que coyuntural y estructural y aduce dos razones, que resumo:
1.- Porque “todos nosotros, pero particularmente el capitalismo, nos hemos saltado los límites de la Tierra. Hemos ocupado, depredando, todo el planeta, deshaciendo su sutil equilibrio y agotando sus bienes y servicios hasta el punto de que no consigue reponer por su cuenta lo que le han secuestrado”. Cita a Karl Marx quien anticipó que la tendencia del capital iba en dirección a destruir sus dos fuentes de riqueza y de reproducción: la naturaleza y el trabajo.
Boff prueba que es así. “La naturaleza se encuentra sometida a un gran estrés,..¿Sin naturaleza cómo va a reproducirse el capitalismo? Ha dado con un límite insuperable”. Además el capitalismo precariza o prescinde del trabajo. “El aparato productivo informatizado y robotizado produce más y mejor, con casi ningún trabajo. La consecuencia directa es el desempleo estructural. Millones de personas no van a ingresar nunca jamás en el mundo del trabajo, ni siquiera como ejército de reserva”.
2.- La segunda razón está ligada a la crisis humanitaria que el capitalismo está generando. Antes estaba limitada a los países periféricos. Hoy es global y ha alcanzado a los países centrales. “No se puede resolver la cuestión económica desmontando la sociedad. Cada vez más personas, especialmente jóvenes, no aceptan la lógica perversa de la economía política capitalista: la dictadura de las finanzas que, vía mercado, somete los Estados a sus intereses, y el rentabilismo de los capitales especulativos que circulan de unas bolsas a otras obteniendo ganancias sin producir absolutamente nada a no ser más dinero para sus rentistas”.
Su conclusión es que “al agravarse la crisis crecerán en todo el mundo las multitudes que no aguanten más las consecuencias de la super explotación de sus vidas y de la vida de la Tierra y se rebelen contra este sistema económico que ahora agoniza, no por envejecimiento, sino por la fuerza del veneno y de las contradicciones que ha creado, castigando a la Madre Tierra y afligiendo la vida de sus hijos e hijas”. Causa de la indignación incontenible que se globaliza.
Con razón Chávez sostiene que hay que consolidar la transición del modelo capitalista que está acabando con el mundo, al modelo socialista, que es la salvación de la humanidad.